Una sombra de luto se cierne sobre el mundo del boxeo tras la trágica muerte del entrenador Diego Arrúa, de 58 años, quien perdió la vida durante el combate de su esposa, Sabrina Pérez, contra la australiana Skye Nicolson en el Auditorio Municipal Fausto Gutiérrez de Tijuana, México.

El dramático incidente ocurrió entre el noveno y décimo round de la emocionante pelea, mientras Arrúa se encontraba en el rincón de Pérez, proporcionando indicaciones vitales.

Mirá el video del lamentable momento:

En un instante, el entrenador se descompensó, lo que obligó a una rápida asistencia médica y su posterior traslado al Hospital General cercano.

A pesar de los esfuerzos del equipo médico, lamentablemente no lograron reanimarlo, dejando a la comunidad boxística en shock y pesar.

En una entrevista previa con la TV Pública, Sabrina Pérez había elogiado a Arrúa como su «compañero de vida», compartiendo su inspirador viaje desde el humilde barrio San José hasta el mundo del boxeo profesional. Además, destacó su labor social en el gimnasio de Villa Luzuriaga, donde entrenaba a jóvenes y colaboraba con comedores locales, brindando ayuda a numerosas familias necesitadas.

Sabrina Pérez, de 36 años, recordó en otra entrevista que su primer paso en el boxeo profesional ocurrió en Isidro Casanova en 2008, y siempre fue su esposo quien, con sacrificio, le conseguía las oportunidades de combate.

El primer título mundial llegó en 2011, un logro que ambos alcanzaron con enormes sacrificios financieros.

El pasado fin de semana, mientras Pérez combatía contra Skye Nicolson, esta última se adjudicó el título mundial interino de peso pluma del Consejo Mundial de Boxeo por decisión unánime de los jueces después de diez emocionantes asaltos (las tarjetas marcaron 98-92, 99- 91 y 97-93). Aunque estos logros deportivos son notables, palidecen ante la triste noticia que sacudió al mundo del boxeo con la pérdida de un querido entrenador y esposo.

La comunidad del boxeo se une en el luto y envía condolencias a Sabrina Pérez y a la familia de Diego Arrúa en este momento tan difícil.

La trágica partida de Arrúa deja una profunda huella en el corazón del deporte y en la vida de todos aquellos que lo conocieron y apreciaron su dedicación al boxeo y su incansable labor social.