El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene en vilo al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) con la extensión de la alerta por tormentas que azotaron la región en la madrugada del miércoles y seguirá durante la jornada.

 

Se insta a los residentes en varias localidades del territorio bonaerense a tomar precauciones adicionales debido a las condiciones climáticas adversas.

La jornada del miércoles comenzó con una fuerte lluvia y vientos intensos que afectaron al AMBA y a gran parte de la provincia.

Sin embargo, lejos de disiparse, la situación climática empeoró a medida que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) extendió la alerta naranja por tormentas, concentrándose principalmente en el territorio bonaerense.

Las previsiones meteorológicas más recientes emitidas por el SMN advierten sobre la posible repetición de ráfagas de viento, tormentas eléctricas y lluvias intensas a lo largo del día.

Existe incluso la especulación de que podría producirse la caída de granizo, acompañado de intensas precipitaciones en intervalos cortos.

De acuerdo con información compartida en la cuenta oficial de Twitter del SMN, se pronostica que ciertas áreas de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos experimenten acumulaciones de precipitaciones superiores a 90 milímetros.

Aunque en menor grado, también se espera que muchos distritos de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, junto con la totalidad de La Pampa, enfrenten condiciones adversas bajo alerta amarilla. Esto significa que podrían experimentar lluvias, ráfagas y granizo. En estos casos, se espera que las precipitaciones alcancen más de 60 mm.

Ante esta situación, el SMN ha proporcionado recomendaciones clave para que los ciudadanos se resguarden y minimicen riesgos.

Se aconseja mantener el techo bajo y alejado de las costas y riberas durante las tormentas.

Además, se insta a evitar el uso de dispositivos eléctricos conectados a la red eléctrica y considere la desconexión en caso de riesgo de ingreso de agua.

La alerta naranja emitida por el SMN se considera un evento climático que podría poner en peligro tanto a la sociedad como al entorno.

En este contexto, se insta a la población a tomar precauciones adecuadas para garantizar la seguridad de sus vidas y propiedades en medio de estas condiciones climáticas desafiantes.