Muchos jueces son absolutamente incorruptibles; nadie puede inducirles a hacer justicia, (Bertolt Brecht).

Resulta que un tipo de doble apellido en la Avenida Alvear, compra alta droga por Delivery.

Organiza una fiesta, y gran partuza. Una de las mujeres a quien le da drogas, muere.

El hombre de doble apellido, está libre.

L-Gante, que tiene un solo apellido, y sin muertes atrás, está preso.

Hay una grave discriminación en la Justicia Argentina, y en la aplicación del código penal que solo parece aplicarse a pobres, negros, gronchos y sin “apellido”.

En general de aquellos que no pueden o no quieren pagar costosos estudios, o abogados, con rara afinidad con el poder judicial.

En un revés para L- Gante, seguirá detenido.

La Cámara de Mercedes revocó una resolución y continuará en la cárcel.