En mayo, un grupo de delincuentes enfurecidos capturó a un hampón y a su hijo en busca de un botín millonario. Una redada para esclarecer el caso realizada ayer martes por la DDI de la zona bajo las órdenes del fiscal Sebastián Basso terminó con seis detenidos.

Seis hampones fueron detenidos en Isidro Casanova y Laferrere por la DDI de La Matanza de la Policía Bonaerense, acusados por el fiscal Sebastián Basso de una de los casos más insólitos y crueles en la historia criminal reciente.

Los delincuentes estaban acusados de asociación ilícita y dos casos de secuestro extorsivo. Su víctima fue otro ladrón. Luego, secuestraron al hijo de 15 años de ese ladrón. La negociadora del rescate del chico fue su propia madre.

La banda había marcado al padre, supuestamente acusado de haber cometido un golpe millonario en Villa Devoto en noviembre pasado, un caso por el cual un cómplice del primer secuestrado terminó detenido. Así, en mayo, comenzaron los secuestros.

El padre, de apellido Pérez, fue interceptado el 12 de mayo último en González Catán. Lo soltaron tras un día de cautiverio. El botín fue considerable: 40 mil dólares y 1,1 millón de pesos.

Luego, diez días después, fueron por su hijo. Simularon un allanamiento en Ciudad Evita con uniformes de policía y se lo llevaron. El pago se realizó en dos tandas. Primero, 313 mil pesos y 4 mil dólares. Luego, mucho más: 419 mil pesos y 29 mil dólares.

La propia madre de la víctima negoció la liberación.Infobae adelantó la trama del caso. Hoy, publica los audios de esa negociación. La crueldad de los delincuentes es absoluta. El chico es literalmente torturado en vivo mientras su madre llora.

La banda había marcado al padre, supuestamente acusado de haber cometido un golpe millonario en Villa Devoto en noviembre pasado, un caso por el cual un cómplice del primer secuestrado terminó detenido. Así, en mayo, comenzaron los secuestros.

La propia madre de la víctima negoció la liberación. Ayer, Infobae adelantó la trama del caso. Hoy, publica los audios de esa negociación. La crueldad de los delincuentes es absoluta. El chico es literalmente torturado en vivo mientras su madre llora.

Los audios: 

 “¿Qué te pensás? ¿Que estoy jugando? ¡La puta que te parió! ¡Quiero los dólares que estaban encanutados abajo del contrapiso, puta!”, asegura un captor a la mujer en un primer llamado.

“Yo no tengo nada”, le responde.

“No te hagás la pelotuda, ponete en línea conmigo loco”, la apura luego.

“Movete, movete”, le advierte otro: “¿Qué te pensás, que no sé, que soy logi? Yo sé todo. Ponete con 50 mil dólares, ponete pilla”.

La mujer le ofrece una camioneta. “¿De dónde voy a sacar esa plata?”, le replica.

El ladrón le espeta: “Dame la que tenés vos, la concha de tu madre”.

“Se compró la casa, se compró la camioneta, no lo tengo”, continúa la mujer.

El ladrón no pierde el tiempo. “Ahora voy con tu hijo”, grita. El menor llora mientras lo atormentan. Luego, el hampón retoma la línea. “Callate la boca, pendejo”, le grita a su víctima. “Dejalo tranquilo”, implora la madre.

Poco después, la mujer reúne algo de dinero. Le envía una foto del botín a los captores para anticipar el pago. Luego, todo se pone peor.

“¿Qué te pensás, que soy gato que me mandás esa foto? Los guachos se compraron de todo. Casa, camioneta, pusieron una re moneda, ¿vos vas a mandarme esa foto? ¡La puta que te parió! ¡Llamá a tu marido ya!”

“Ahí te mando una foto del chico, pescada. Ahí te mando una foto del nene, ¡hija de puta!”, grita.

“Por favor, no le hagas nada”, implora. Luego, otro ladrón le espeta, en un llamado posterior: “Usted está re sucia, doña, le maneja la plata a su marido”. En los allanamientos de ayer se encontraron cinco armas de fuego -una resultó ser una réplica-, cocaína y papel glasé, una balanza típica de transa, uniformes de policía, 453 balas, algunos billetes y una decena de celulares. Basso expandió la imputación a tenencia de arma de guerra e infracción por drogas, además de secuestro extorsivo agravado.

Los roles de la banda fueron establecidos. Tres de los detenidos, oriundos de Isidro Casanova, son hermanos entre sí. Uno fue identificado como el cerebro organizador. Otro, llamado Lucas C., de 31 años, fue identificado como la voz en el teléfono.

Matías M., de 27 años, acusado de ser el jefe de logística del grupo y arrestado en la redada, ex trabajador de una célebre empresa de alfajores, tiene un dato insólito en su historia: fue empleado del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial según registros a los que accedió Infobae, desde noviembre de 2017 hasta noviembre de 2022.

Fuente: Infobae