En un operativo llevado a cabo por la División Delitos Tecnológicos de la Policía Federal Argentina, se descubrió un laboratorio clandestino en Villa Celina, donde se desarmaban y manipulaban teléfonos celulares robados. El allanamiento resultó en la detención del propietario del lugar y el secuestro de numerosos elementos, incluyendo 114 teléfonos y herramientas para llevar a cabo la maniobra conocida como «bypass».
La investigación se inició a raíz de publicaciones en redes sociales en las que un grupo delictivo ofrecía liberar iPhones robados. El laboratorio, que operaba bajo la fachada de un local de reparación, fue descubierto gracias a la labor conjunta de la División Delitos Tecnológicos y la División Ciberpatrullaje. El responsable del lugar, un argentino de 32 años, deberá comparecer ante la jueza encargada del caso.
En el laboratorio se encontraron 114 teléfonos, así como equipos y software utilizados para llevar a cabo la técnica del «bypass», que ataca las vulnerabilidades de los dispositivos de Apple. Doce de los teléfonos confiscados habían sido denunciados como robados. Además, se incautaron diversas herramientas, incluyendo notebooks, tarjetas SIM y otros dispositivos electrónicos.
La desarticulación de este laboratorio se suma a una serie de acciones emprendidas contra desarmaderos ilegales de teléfonos celulares en la ciudad. Durante la pandemia, el mercado de repuestos de alta gama se ha convertido en una actividad ilegal lucrativa. Las autoridades continúan combatiendo esta problemática en diferentes barrios de la ciudad, desmantelando laboratorios similares y deteniendo a sus responsables.
El funcionamiento de estos desarmaderos clandestinos se basa en eliminar el rastro de los teléfonos robados, desmontarlos y recuperar piezas para su posterior venta. El uso de herramientas de precisión, como microscopios electrónicos y soldadoras, es común en estos laboratorios.