Occidente se encuentra en una profunda crisis de conducción. Alemania sigue extrañando a Ángela Markel y Grigolandia a su Capitán América. Situación que es aprovechada por el Emperador Xi Jinping de la nueva era China quien, por ignorancia, ha abierto la “caja de pandora”.
Primero debemos comprender que, la política no puede estar dominada por las pasiones y, menos, conducida por ideologías. La política es realismo puro y, más precisamente, en los términos planteados por Hans Morgenthau, del que podemos sintetizar su pensamiento en esta frase “Las relaciones internacionales son algo que no debe darse por sentado, sino más bien algo que debe entenderse y modificarse y, más concretamente, modificarse más allá de los límites actuales de su estructura política y organización…”
Hace unas semanas el mundo musulmán derribó su propia cortina de hierro, la guerra fría en Medio Oriente parece concluir: Arabia Saudí e Irán han llegado a un entendimiento a instancia de China. Ahora, ¿puede ser el comienzo de la unidad entre chiitas y sunitas? ¿se unificará el mundo musulmán? Una civilización que no es imperialista, sí expansionista. Su misión es convertir a todos los hombres al islam. Lo concreto es que, hoy existe una nueva dirigencia musulmana, los hijos, cuyos padres estaban subordinados a Occidente y al poder de los petrodólares, son distintos y con otras ambiciones no tan terrenales.
La expansión islámica fracturará la unidad imperial china, como también al mundo occidental. Un choque de civilizaciones, ¿es inevitable? Sería algo inédito, como tenebroso y espeluznante, no será una guerra entre nacionales, con soldados, bombas convencionales o atómicas. El 5% de la población europea es musulmana y crece, cerca de 4 millones están en Gringolandia y 18 millones en la América Hispana…¿cómo se combatirá?
Se vienen tiempos difíciles para Occidente que no encuentra su conducción. Europa está fracturada en dos ejes, uno francés y el otro polaco (quien controla el bloque de países de los Tres Mares). Los gringos se sienten traicionados por Macrón, y dan su apoyo al polaco Andrzej Duda. Un gravísimo error, porque debiera buscar un punto de equilibrio y armonizar los intereses estratégicos de Gringolandia y la Unión Europea. Y, ¿América Hispana?
Hispanoamérica posee lo que el resto del planeta quiere: recursos y alimentos. Nosotros no tenemos tecnología. La ecuación es fácil, formar un bloque de unidad -la Patria Grande-, llegar a acuerdos con los europeos que convengan a ambos bloques. No debemos ser el jamón del sándwich entre dos mundos que se odian. Europa deberá comprender que nos necesita sólidos y fuertes para detener el avance de la civilización musulmana…una vez llegaron hasta las puertas de Viena (Austria) y fue el oro y la plata de las Américas que salvó a Europa. Hoy la historia parece repetirse.
Luis Gotte, La pequeña trinchera.