Se conocieron las primeras fotos que exponen cómo quedó la casa tras el doble homicidio de Vicente López. El doble crimen de Vicente López comienza a mostrar ribetes cada vez más misteriosos. El caso ya tiene tres fiscales pendientes del expediente, pero pocas certezas sobre quienes asesinaron a José Enrique Del Rio de 75 años y su esposa Mercedes Alonso (72) dentro del garage de su casa —el hecho ocurrió a pocas cuadras de la Quinta de Olivos, el miércoles pasado—.

La única certeza manejada hasta el momento tiene que ver con la empleada doméstica: los investigadores están convencidos de que mintió en su declaración, que oculta información y que simuló cumplir con sus tareas sabiendo que en la casa había dos cadáveres.

Ahora se conocen por primera vez las imágenes del interior de la casa del doble homicidio.

Los fiscales Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería basan sus sospechas, principalmente, en lo que la mujer asegura haber hecho desde el momento en el que llegó al domicilio hasta que les avisó a los hijos de las víctimas sobre el hecho. “Lo que declara no cierra por ningún lado. Después habrá que probar qué tipo de participación tuvo, pero no quedan dudas de que mintió. Ahora resta saber por qué”, explica un investigador acostumbrado a toparse con casos difíciles de resolver.

En las imágenes que trascendieron del interior de la casona, se pueden observar varios puntos. El principal tiene que ver con el desorden más que evidente en el lugar. Los delincuentes revisaron varios cajones. Otro de los ejes claves para los investigadores tiene que ver con el DVR donde se graban las imágenes. Los ladrones se lo llevaron, evidentemente sabían donde estaban.

Otra de las fotos que exponen cómo quedó el interior de la casa tras el doble crimenLa mujer que trabajaba en el lugar asegura que llegó a la casona de Vicente López a las 6.40. Diez minutos antes de su horario habitual. Dijo que fue a cambiarse al primer piso y luego se dedicó a preparar una tarta. Recién dos horas después, minutos antes de las 9 de la mañana, se empezó a preocupar de que los dueños de casa no habían bajado todavía. A las 8.54 le envió un mensaje a Blanca, la enfermera que cuidaba de Del Rio por una grave enfermedad, quien le recomendó fijarse en el garage si estaba el auto.

Explicó que, efectivamente, fue al garage y encontró a sus jefes acribillados. Luego, aseguró, salió corriendo para enviarle un mensaje de voz a los hijos de las víctimas avisándoles lo que había encontrado.

Registros del interior de la casa donde ocurrió el doble homicidio. La secuencia que investigan los fiscales se completa con los movimientos de las víctimas el día anterior. Fuentes con acceso al expediente que encabezan los fiscales Martín Gómez, Alejandro Musso y Alejandra Semeria contaron que el 24 de agosto pasado por la mañana, Del Río se quedó en su casa ubicada en la esquina de Melo y Gaspar Campos, mientras María Marcela se fue a hacer las compras a un hipermercado.

“Entró a las 11.33 y 12.30 salió del comercio. Quedó filmada por las cámaras de seguridad del lugar”, dijeron y explicaron que la mujer regresó con la mercadería a su casa. El horario de trabajo de Aquino culminaba a las 14, pero luego quedaba la fisioterapeuta del jubilado, quien usaba un bastón.

Los cajones abiertos tras el doble crimen“Hasta las 15. 45 estuvo la fisioterapeuta en la casa y cuando se despidió la pareja jugaba al Burako o Rumi”, detallaron. Y agregaron que dos llamados telefónicos permitieron completar lo que sucedió en el interior de la propiedad antes de que se desatara el horror: “A las 16.48 hay un llamado con el hijo y 17.30, otro con una amiga. Después, el silencio”.

Justamente, “entre las 17.30 y las 23″ los investigadores instalaron en las últimas horas la franja en que se cometió el doble crimen. Sin embargo, un dato en el que coincidieron todos los que conocían a las víctimas los inquieta: “Después de las 17 el matrimonio nunca salía por una cuestión de seguridad. Incluso, no le abrían a nadie”.

Y, entonces, surge la duda en base a cómo fueron hallados los cuerpos en el interior del coche. “Los dos estaban con ropa para salir, con el cinturón de seguridad puesto, las camperas y el bastón en el asiento trasero del Mercedez Benz”, describieron las fuentes consultadas por este medio. “En el baúl del auto había mercadería, pero era para llevar a la casa de fin de semana”, destacaron.

La situación procesal de la empleada Aquino está por ser revisada. Es que su abogado, Hugo López Carribero, presentó un habeas corpus para lograr la liberación por considerar que está detenida de manera “arbitraria”.