Leonardo Ventosa y Marianela Calderón, una pareja que vive en la localidad de San Justo, ya recorrieron más de 60 pueblos de la provincia de Buenos Aires.

Desde 2017 dedican sus fines de semana a viajar a distintos destinos de la Provincia de Buenos Aires, para después compartir esas experiencias turísticas y la historia de los lugares a través de videos que publican en Aires de Cultura, su canal de Youtube.

Cuando grabaron el primer video en Uribelarrea, partido bonaerense de Cañuelas, no se imaginaban que estaban frente a su nuevo hobbie. Los jóvenes dicen que fueron a pasear en noviembre de 2017, les gustó el lugar y grabaron un video con el celular que subieron a Youtube y hoy ya cuenta con más de 55 mil visualizaciones.

Entre el trabajo y los estudios en la Universidad Nacional de La Matanza, la pareja encuentra tiempo los fines de semana y ya recorrieron más de 60 pueblos y lugares de la provincia de Buenos Aires como: Zárate, General Las Heras, San Miguel del Monte, Chascomús, Tigre, Navarro, Lozano, Lobos, Marcos Paz y el Partido de la Costa,  Carlos Keen, Tigre, Vagues, Villa Lía, Azcuénaga, Abbott, Las Marianas, Gouin, General Belgrano, Carmen de Areco, entre otros.

Uno de los elementos distintivos en sus videos son las entrevistas que realizan a los habitantes de los pueblos que visitan.“Esa información que nos dan es de primera mano, solo se consigue hablando con ellos. La mayoría de la gente es buena onda, les preguntamos si les gustaría salir en el video comentando cómo es vivir en el lugar, la vida en esa zona», refieren.

Parte de la identidad de Aires de Cultura tiene que ver con la interacción que tienen con su audiencia, que para ellos es más bien una comunidad.

​“Estamos constantemente atentos a lo que nuestros seguidores nos dicen y nos recomiendan. Nos han invitado a restaurantes, a lugares, nos dicen ‘Si vienen a mi pueblo, pasen por mi casa y nos conocemos».

Tal como describen, además de fomentar el turismo y dar a conocer historias, con sus videos buscan transmitir la sensación de tranquilidad. “Estamos acostumbrados a la ciudad, a estar apurados, al ruido… y cuando uno viaja a ciudades más pequeñas la paz y la amabilidad de las personas es diferente. Queremos transmitirlas para que todos puedan disfrutarlas, porque te da una calidad de vida diferente”,

Fuente: Clarín Zonal.