El peligro de esta progresía andante, que es una síntesis de la Internacional progresista promovida por le kirchnerismo y el Socialismo Siglo XXI castro-chavista, a pesar de ser un colectivo muy pequeño, tienen toda la estructura del Estado para aplastar tus ideas, reflexiones y al propio conocimiento científico. Te anotan en la columna de «odiador», y perdiste.
Sus dirigentes, el resto es carne de cañón, no vienen en busca de una reivindicación, como parte de una comunidad que fue excluida injustamente por ser catalogados como «raros» o «perversos». La misma evolución cultural de nuestro pueblo los hubiera integrado para compartir la Justicia Social. Sería por evolución, no por imposición.
La alarma con estos liderazgos, absolutamente ideologizados y cargados con palabras connotadas políticamente, para nada inocentes y simples, es que relativizan autoritariamente todo el universo existente. No hay verdad ni mentiras, no hay hechos o relatos, no hay principios y valores, no hay método científico ni conocimiento vulgar, ni arte ni imitación. Todo es lo mismo, depende lo que vos sientas es lo que es. Ellos tienen la razón, pero ¿por qué?
Y esto es lo verdaderamente peligroso para una Nación, para los pilares que sostienen y conmueven a la Patria. Todo conocimiento, todo lo que sabemos, sentimos, deseamos, soñamos, queremos, observamos, es un CONSTRUCCIÓN social realizado por una estructura de poder machista y patriarcalista que sostienen al modelo de producción capitalista…éste es el verdadero objetivo de todo su discurso, la destrucción del capitalismo, demoliendo sus sistemas de creencias. Como si fuese un castillo de naipes, sacas una carta y todo se viene abajo.
Pobres angelitos, creen que descubrieron la pólvora. Ignoran que han recibido espejitos de colores.
Los han convencido que la Patria, la Bandera, el Himno, nuestros próceres soberanistas y federales es una construcción epocal y de dominación cultural. Innecesarios para este mundo moderno, donde no existen fronteras. Somos todos seres sintientes, juntos al hermano animal y al primo vegetal. La naturaleza es nuestra madre, la que debemos cuidar y no dañar. No a las industrias, no al consumo de carne, no a la manufacturación…Si José Rodríguez o Joe Lewis, que son liberales, compran campos son enemigos. Si Bernie Sander (senador estadounidense de izquierda) invierte en dos plantas de energía nuclear en el conurbano bonaerense, salen a bancarlo.
Si hoy la OTAN derroca al gobierno argentino y designa a Tony Blair como administrador para la Argentina, este colectivo minoritario aplaudiría y saldría a cazar a todos los nacionalistas. Porque no les importa qué bandera flamee en la Casa de Gobierno, tampoco les importa las creencias del pueblo, sus sentires y sus memorias…si el objetivo final es: el fin del capitalismo. Pero no saben que, están trabajando para el mismo sistema, obstruyendo o distrayendo toda resistencia popular con planteamientos y discusiones estériles, mientras sus amos, que los financian desde el exterior, se llevan nuestros recursos mineros sin problemas. Nos quedamos con el modismo lingüístico y el concepto de género, y ellos se llevan nuestro futuro.
Luis Gotte, La trinchera federal