Trabaja sobre las tecnologías de control de hidrógeno para integrar la energía sustentable en la red eléctrica. La iniciativa fue declarada de interés legislativo y provincial en la Cámara de Diputados bonaerense gracias al impulso de la legisladora Patricia Cubría, con el objetivo de difundir el conocimiento científico y asesorar a empresas e instituciones educativas que tengan interés en el hidrógeno verde y el cuidado del medio ambiente y de la salud de generaciones futuras.

“Dada la importancia que tiene el cuidado ambiental, y teniendo en cuenta que los recursos como el petróleo y carbón son no renovables, surge la necesidad de buscar alternativas. La idea de la obtención de hidrógeno a partir del agua no es nueva; sin embargo, ahora cobra relevancia. El proyecto busca minimizar los costos alrededor de los instrumentos de control que se utilizan, tratando de diseñar un dispositivo que pueda ser fabricado localmente”, señaló Luis Fauroux, director del proyecto.

Ignacio Zaradnik, co-director del proyecto, subrayó que, “en Argentina, cerca del 60 por ciento de la generación de energía eléctrica es realizada con combustibles fósiles, lo que provoca la emisión de CO2 e incrementa el efecto invernadero, con sus conocidas consecuencias sobre el medio ambiente”.

“El desarrollo local de este tipo de dispositivos favorecerá una mayor generación de la tecnología en el mercado, logrando una disminución de la emisión a través de combustibles fósiles”, ponderó.

En alusión al proyecto que ya lleva más de dos años de trabajo, el ingeniero en Electrónica, máster en Energías Renovables y profesor graduado de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) Leandro Hector Jaimes Soria remarcó que la idea es investigar la parte electrónica y mecánica de los controladores de gas para promover el uso y generación del hidrógeno a nivel local y, así, impulsar el ingreso de Argentina al incipiente mercado del hidrógeno verde, que cuenta con un gran potencial.

La investigación para el manejo del hidrógeno es encarada por el Departamento de Ingeniería e Investigaciones Tecnológicas de la UNLaM, que tomó esa responsabilidad en colaboración con expertos de la Comisión Nacional de Energía Atómica de Bariloche (CNEA) y el laboratorio alemán Helmholtz-Zentrum Berlín (HZB).

La economía de hidrógeno busca producir este elemento con el excedente de energía generado a partir de fuentes renovables -como la luz solar, el viento y la marea-, cuya producción no es constante y pueden dar como resultado el llamado hidrógeno verde, codiciado en la actualidad. Al respecto, Jaimes Soria ponderó la importancia de la puesta en marcha del proyecto de investigación de los controladores del gas para “reducir costos y, en un futuro, realizar este dispositivo en el país”. Para ello, se requiere un laboratorio que tenga equipamientos para hacer electrónica utilizando gas de hidrógeno. De ese modo, se podrían “probar los distintos sensores y electroválvulas a diferente presión y observar su desgaste con el gas y evaluar diferentes técnicas de seguridad para asesorar a empresas o centros de investigación interesados en el tema”.

Tras destacar las oportunidades brindadas por la UNLaM, primero como estudiante y luego como docente e investigador, Jaimes Soria también agradeció a su profesor mentor Ignacio Zaradnik, a Diego Brengi y al director del proyecto, Luis Fauroux, que lo respaldan para el desarrollo de esta idea y son parte del grupo de investigación. En Berlín, Jaimes Soria trabaja junto al laboratorio Helmholtz-Zentrun Berlin, en colaboración con la CNEA, en un proyecto binancional que estudia nuevos materiales para la generación eléctrica a partir de hidrógeno.

El objetivo final es afianzar un trabajo conjunto en pos de impulsar el desarrollo nacional del hidrógeno. Para el equipo de investigadores, llevar a cabo este proyecto implica un desafío profesional y un compromiso social que apunta a paliar la emergencia del sector eléctrico nacional, producto de la alta demanda energética.