Según las creencias religiosas, durante este período festivo se establece el ayuno pascual en el que no se deben ingerir ciertos alimentos.

La Semana Santa es la celebración más importante para los católicos y cristianos que, en todo el mundo, se unen en este período para conmemorar la muerte y resurrección de Jesús. En medio de las misas y rituales religiosos, la tradición de la iglesia establece algunas restricciones sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer. Una de las prohibiciones más reconocidas es no poder ingerir ciertos alimentos.

Según lo estipulado por la Iglesia Católica a lo largo de su historia, la restricción de no comer carne tiene su explicación en que, durante el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección, los fieles deben asumir la actitud de luto. Esta acción, requiere de un ayuno pascual que, con el paso de los años, la mayoría de los cristianos lo hizo con las carnes rojas o de aves.

Esta tradición sostiene que el ayuno rige para el Viernes Santo, cuando se conmemora la crucifixión de Jesús. Durante ese día de reflexión, los feligreses deben ingerir como máximo una comida al día o dos platos pequeños que equivalgan al peso de una porción regular. Aunque la Iglesia aconseja que esta acción se cumpla todos los viernes de la Cuaresma se toma el viernes de Semana Santa como el día en el que esta práctica es obligatoria.