El Domingo de Ramos marca el inicio oficial de la Semana Santa, pues durante esta celebración la Iglesia Católica recuerda la entrada triunfal de Jesús a la ciudad de Jerusalén en medio de una multitud que lo aclamó como el Mesías y lo recibió con palmas y ramos de olivo.
Durante el Domingo de Ramos, los católicos de todo el mundo se reúnen en sus parroquias para recibir la tradicional bendición de las palmas y participar en la procesión y la misa solemne, en la que se lee el relato de la pasión de Cristo.
Como ya mencionamos, el Domingo de Ramos recuerda el día en que Jesús llegó a la ciudad de Jerusalén y fue aclamado por todos los presentes mientras cruzaba las calles montado en un burro. Según los evangelios, la gente alfombraba con sus mantos el camino por el que transitaba Jesús y, al mismo tiempo, le aclamaban: “¡Viva el hijo de Dios! ¡Bendito el que viene en nombre del señor Dios! ¡Viva el Dios altísimo!”
¿Qué significado tiene el Domigo de Ramos?
De acuerdo con la religión cristiana, el Domingo de Ramos significa la aceptación de Jesús como Mesías e hijo de Dios. Además, supone una forma de admitir su obra santa en la humanidad e implica la renovación de la fe en Dios.
Esta celebración religiosa tiene dos dimensiones sagradas: la primera, el anticipo de la Pascua y del triunfo de Jesús, y la segunda, el inicio de la pasión y muerte de Jesucristo. Por un lado, está el grito del triunfo y la victoria, y por otro, la representación profunda de su pasión y muerte.
Los ramos de olivo y de palma que se utilizan en la celebración del Domingo de Ramos son muy importantes porque simbolizan la bendición de Dios, su protección y ayuda. Asimismo, representan la renovación de la fe y recuerdan la proclamación de Jesús como el tan esperado Mesías.