Jorge Armando Del Valle Vázquez sabía que tenía que irse. Lo había planeado todo: un viaje exprés a Paraguay, bajar el perfil, desaparecer durante un corto período de tiempo y después regresar para continuar con el negocio. Mientras tanto, algunos de sus compatriotas iban a quedarse a cargo de todo. Sin embargo, nada salió como lo había planeado.
El jueves pasado, cerca de la 1:15, un grupo de cinco sicarios encapuchados ingresó a su casa en la localidad de González Catán pateando y disparando a la puerta, al grito de “¡Policía!, y “maten a todos, mátenlo”. Una vez adentro, lo fueron a buscar. Vázquez dormía junto a su hijo de 10, Isaías. Ambos terminaron asesinados a tiros sobre un colchón tendido en el suelo
Tras los crímenes, los sicarios se tomaron selfies junto a los cadáveres e hirieron a su esposa y a su cuñada. Luego, arrancaron las cámaras de seguridad, se llevaron el registro fílmico de la base de datos del sistema y tomaron el celular de Vázquez. No dejaron rastro. Así huyeron a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok blanca, una hora después de haber entrado en la casa ubicada en Ñorquín y Río Cuarto, como quedó grabado en el video al que tuvo acceso a Infobae: la única imagen que se tiene de los sospechosos.
El caso quedó en manos del fiscal Federico Medone, titular de la UFI Temática Homicidios de La Matanza, quien por estas horas intenta determinar el móvil del doble crimen y busca a sus responsables.
Según indicaron fuentes del caso a Infobae, la que está claro es que los crímenes se entienden en el marco del conflicto que Vázquez mantenía con una banda narco de la zona. El hombre, por su parte, ya contaba con antecedentes por venta de drogas. Los investigadores establecieron que en agosto de 2006 el Juzgado de Garantías N° 2 de Quilmes lo imputó por ese delito. En ese momento, Vázquez se había ido del país y regresó el 12 de junio de 2019. Desde esa fecha permaneció en el país. Hasta hace pocos días, cuando la idea de volver a Paraguay volvió a aparecer en su cabeza: sabía que lo estaban buscando.
La primera, que el hombre de 37 años oriundo de Paraguay se habría quedado con un cargamento que no le correspondía y que su muerte y la de su hijo fue el cobro de la banda por ese presunto hurto. La segunda teoría dice que Vázquez recibió un préstamo abultado de dinero y “para el grupo era más barato asesinarlo, que esperar a que en algún momento devolviese la plata”, según explicó un investigador del caso a Infobae. Por eso, se sabe que el hombre ya tenía planeado irse del país durante unos días y esconderse en Paraguay.
Por otro lado, según indicaron fuentes de la causa, temen que este hecho sea paradigmático; un antes y un después en la zona. Es que la violencia con la que se cometió y la frialdad para asesinar a un nene de 10 años no es una lógica criminal que existiera en el lugar. Por eso piensan que tal vez la violencia en el submundo del narcomenudeo y en la lucha por territorios esté avanzando y si no se toman medidas no haya vuelta atrás.
Fuente Infobae