En su estudio jurídico de San Justo atiende las consultas de los casos más problemáticos del Conurbano. Abogado penalista desde 1994, comenzó su carrera jurídica en Castelar, pero pronto se instaló en La Matanza, el corazón del Gran Buenos Aires, desde donde trabaja junto a su equipo para todo el Conurbano y sus casi 15 millones de habitantes.

Hincha de Deportivo Morón, se recibió de abogado a sus 24 años, en 1994 en la Universidad de Buenos Aires. Es director del Instituto de Derecho Penal del Colegio de Abogados de La Matanza y profesor de Derecho Procesal Penal en UNLaM. Se especializó en EE.UU en litigación en juicios por jurados. En su carrera de abogado penalista defendió casos como el de Bernarda Garay Ocampo, la mujer que mató de un tiro en el pecho al ladrón que le había robado; y el de Julio Vittone, el joven acusado de encender tres bengalas en el boliche Cromañón. A ambos les consiguió el sobreseimiento y el cierre de la causa.

También tuvo a su cargo la defensa en la causa de «El Pueblo de los Infieles», una extraña y curiosa comunidad bonaerense donde además de un asesinato se descubrió, en palabras de los propios jueces, un peculiar bosque mitológico griego rodeado de francachelas sexuales e infidelidad masiva. Este caso judicial tuvo las 3 «S» de Truman Capote: Sangre, Suspenso y Sexo. En el juicio, López Carribero logró probar la inocencia del único acusado.

Pero no todas fueron batallas ganadas en la carrera del penalista. El mismo lo afirmó diciendo: «Hace muchos años que no pierdo un juicio, pero como en muchos ordenes de la vida para ganar, primero perdí».

Hace varios años, un viejo juez ya fallecido lo bautizó como «El Penalista del Conurbano», y así quedó entre las personas que lo conocen. En una oportunidad López Carribero posteó en Facebook: “Amigos abogados de renombre en CABA, ojo cuando vienen al GBA, el Conurbano no es para cualquiera”.

Hugo Lopez Carribero (El Penalista del Conurbano)

“Amigos abogados de renombre en CABA, ojo cuando vienen al GBA, el Conurbano no es para cualquiera…”

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