En el partido de Esteban Echeverría, lindero a La Matanza, hay un negocio de compra-venta de máquinas que posee, entre sus reliquias, un avión comercial de transporte que fue utilizado por la Armada Argentina en Malvinas.

El Río Grande, que participó de la guerra de Malvinas, espera en un negocio de compra-venta de máquinas que se concrete el sueño de su dueño: convertirse en un museo.

Jorge Ramírez hace años que compra y vende artefactos usados, desde balanzas, cajas fuertes, molinos y silos hasta arcos de fútbol, en un predio de 30 mil metros cuadrados, ubicado en Camino de Cintura al 8200, en 9 de Abril, Esteban Echeverría.

El negocio se llama “Expomáquina”, pero casi nadie lo conoce con esa denominación. Es, simplemente, “donde está el avión”.

Jorge siempre comenta: “Jamás vendería el avión, ya es una parte de mí; me voy a ir a la tumba con él”, afirma sobre el Electra 5-T-3, que perteneció a la Aviación Naval desde 1973. Lo compró hace años, el 11 de agosto de 1997. En tan sólo una hora y media, la nave, que permanecía en Ezeiza, fue trasladada por partes y colocada donde hoy se encuentra, durante un operativo de la Policía Bonaerense.

En la guerra de Malvinas, tres aviones Electra de la Marina habían prestado servicio activo para transporte de personal y carga –el 5-T-1, el 5-T-2 y el Río Grande–, con 27 aterrizajes en Puerto Argentino. Terminada la contienda, la vida de este último se extendió hasta 1989, cuando voló por última vez.

“Siempre tuve la idea de convertirlo en un museo para homenajear a los héroes de Malvinas”, asegura. Y ese proyecto fue decisivo a la hora de que la Armada decidiera a quién venderle el avión, según cuenta, ya que había varios interesados. “La pulseada”, relata, se la ganó “a un gitano que quería comprarlo para después cortarlo y venderlo como aluminio”.

Fuente: Héroes de Malvinas