Las mantas con ropa usada y alimentos se multiplican a lo largo de la calle Comodoro Py. Quienes no tienen algo para intercambiar, ofrecen sus servicios.

Después de las salas de terapia intensiva, este fenómeno, que se creía olvidado, es otro de los cuadros más viscerales que pintó la pandemia en la Argentina.

El trueque empezó a hacerse ver varios meses después del inicio de la cuarentena por el coronavirus. Ahora se cambia lo que sea por comida.

En la feria que se arma en la calla Comodoro Py, en Laferrere, manda el trueque. No hay efectivo.

El pasado se vuelve presente y las estadísticas se vuelven realidad. A diferencia de la crisis del corralito, al trueque lo ayuda Facebook. Solicitud en un grupo creado especialmente para esto. Aceptación del administrador, posteo y punto de encuentro para dar y recibir. Muchas veces, arriba de cada producto va algún billete que compense agujeros o terceras marcas.

En casi tres cuadras, sobre Comodoro Py, hay mantas de ambos lados de la vereda de tierra. Es difícil caminar por la cantidad de gente que desdobla algún buzo o saca paquetes de fideos.