Esta es la historia que Cintya Fonteina (42) y Daniel Arias (50) nunca hubieran querido contar. Pero lo hacen para que ninguna otra familia pase por lo mismo. Julieta, su hija de 8 años, tuvo covid, estuvo nueve días internada y murió. La nena no tenía comorbilidades y ya había sido dada de alta después de que toda su familia tuviera el virus. Ahora el matrimonio pide vacunación para los chicos y más información sobre cómo impacta el Covid en los chicos.

Todo comenzó el 8 de junio con unas manchitas en la piel que le aparecieron a Julieta en su cuerpo. En el pecho, a los costados de las axilas, en las piernas y el cuello. “Comprale Caladryl, eso es un estado alérgico”, le dijo su pediatra de cabecera, al que Cintya le envió fotos del sarpullido.

Hay un detalle. El médico sabía que toda la familia había tenido coronavirus unas semanas atrás. Cintya fue a hisoparse a una Unidad de Pronta Atención (UPA) de Lanús, la ciudad donde viven, y recibió su resultado de Covid positivo el 26 de mayo. Automáticamente toda la familia fue dada como contagiada, Daniel, Julieta y Selena, su otra hija de 16 años. Pero a ninguno de ellos los hisoparon.

El 29 de mayo, su esposo y la mayor de las chicas empezaron con síntomas. Fiebre y tos seca. Daniel fue el que peor la pasó -llegó a estar 12 días con fiebre- pero ninguno llegó a ser hospitalizado. Julieta, en cambio, atravesó el aislamiento sin síntomas hasta que todo el grupo fue dado de alta.

“Nosotros tocábamos el cielo con las manos que salimos de eso y las nenas no tuvieron complicaciones”, cuenta Daniel y sigue: “Nunca nos imaginamos lo que vino después”.

El día más triste

A las 6 de la mañana del viernes 9 de Julio, Daniel recibió un llamado del hospital en el que les dijeron que la nena tenía un cuadro “muy severo” y “no toleraba la medicación”. Les pidieron que se quedaran cerca por las dudas. “A las 11 me volvieron a llamar para decirme que Julieta tuvo un paro cerebral y que era irreversible, que había que esperar que su corazón dejara de latir. Fue un balde de agua fría. Ya eso nos desestabilizó a todos acá”, recuerda, entre lágrimas. Su hija falleció una hora después.

El Covid le provocó a Julieta una infección en todos sus órganos vitales: pulmones, corazón, hígado que se denomina “síndrome inflamatorio multisistémico”.

“Nos dicen que los chicos no se enferman y era mentira. Si hubiéramos sabido antes lo de las manchitas, esto sería todo muy distinto. Quedamos a la mitad, nos falta otra mitad que es mi hijita”, expresa Cintya.

Y desean que el caso sirva para difundir que las manchas en la piel son uno de los síntomas del Covid. “Si tienen hijos chiquitos y ven unos granitos raros en su cuerpo, vayan a ver qué está pasando. El sarpullido es un síntoma y nosotros nos venimos a enterar ahora. El médico de cabecera tendría que habernos dicho, más sabiendo que tuvimos coronavirus”, dicen.

El pedido de Miguel Saredi

El Dirigente Provincial del Partido Federal, Dr. Miguel Saredi pidió que se avance en la vacuna contra el coronavirus para chicos menores de edad con discapacidad o patologías de riesgo: «La vacunación de estos chicos es tan prioritaria como la de cualquier otro grupo de riesgo de mayores de 18 años»

En esa línea Miguel Saredi dijo: «Acompañamos la lucha de tantos padres por la vacunación de sus hijos. Por lo menos el Estado debe atender, participar, preocuparse y seguir atentamente a miles de padres que sufren por sus hijos. Es urgente buscarle soluciones».