Rivero, quien trabajaba en la línea 312 de la empresa de colectivos «La Perlita», fue asesinado el 16 de junio, cerca de las 19.30, cuando esperaba a bordo de su Ranault Sandero que su mujer saliera de hacer unas compras y fue abordado por delincuentes en Sucre, entre Esquiú y Finochietto, del barrio «La Blanquita».
El chofer fue baleado con fines de robo y murió poco después en el hospital Eva Perón, debido a que un proyectil que lo impactó le ingresó por la axila y le afectó el corazón.
La viuda de Rivero contrato al abogado penalista Hugo Lopez Carribero para que lleve a juicio a los responsables, que ya están presos, y sean condenados a la pena de prisión perpetua.