Un hombre bueno, un buen padre de familia que caminaba sobre un pasado limpio, sano y generoso.

Fue asesinado por dos maleantes y malvivientes que intentaron robarle su camioneta. Le pegaron un tiro en el corazón delante de su esposa.

Hoy los acusados, Jonatan Acosta y Sergio Armoa, dos individuos con antecedentes penales, serán llevados a juicio, con la expectativa de ser condenados a prisión perpetua.

La viuda de Rivero contrato al abogado penalista Hugo Lopez Carribero.

El juicio oral se realizara en los Tribunales de Morón, y los acusados podrían elegir un juicio por jurado.

Por otra parte Acosta y Armoa, serán traslados, en los próximos días, a la cárcel de Sierra Chica, cerca de la localidad de Olavarría, una de las unidades carcelarias más feroces y despiadas de Argentina. Ambos están acusados por la caratula de homicidio criminis causa, y por ello podrían ser condenados de por vida a estar tras las rejas.