Será juzgado pero la defensa quiere probar que el acusado «no recuerda nada» Basra Parminder, de nacionalidad india y detenido en pabellón neuropsiquiátrico del penal federal de Ezeiza, está acusado por estrangular a su mujer y madre de sus tres hijos, María Salinas, quien lo había denunciado por violencia de género,

Un hombre de nacionalidad india que está detenido por el femicidio de su mujer, cometido en noviembre de 2019 en el barrio porteño de Vélez Sarsfield, será juzgado por el caso en febrero, aunque su defensa intentará evitar el debate y demostrar que está mentalmente incapacitado ya que dice no recordar nada de lo sucedido, a pesar de que fue él mismo quien llamó a la Policía para confesar el crimen.

Basra Parminder (36) permanece detenido en pabellón neuropsiquiátrico del penal federal de Ezeiza -donde se aplica el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PRISMA)- y asegura que no recuerda haber estrangulado a su mujer y madre de sus tres hijos, María Salinas (33), quien lo había denunciado por violencia de género,

«No recuerda haber matado a su mujer, dice que se dio cuenta de lo que hizo cuando se despertó al otro día y se encontró dormido junto al su cuerpo. También se quería ir con ella y por eso intentó suicidarse tomando fármacos», contó hoy a Télam su abogado defensor, Hugo López Carribero.

Basra se encuentra detenido desde el 14 noviembre último como acusado de los delitos de «amenazas coactivas reiteradas en dos ocasiones y homicidio agravado por el vínculo y por su comisión contra la mujer por parte de un hombre y mediante violencia de género».Además, enfrenta otra acusación por abuso sexual simple, en este caso contra la hermana de su mujer.

Por todos esos delitos, la fiscal Criminal y Correccional 15 porteña, Estela Andrades, solicitó en enero pasado la elevación a juicio y se estima que el debate se realizará en febrero próximo.

No obstante, la defensa sostuvo que el acusado «no pudo comprender la criminalidad de sus actos» y que actualmente se encuentra en una situación «mentalmente compleja».

Según López Carribero, la noche del femicidio, Basra había ingerido una alta dosis de Clonazepam, por lo que se intoxicó y quedó dormido junto al cuerpo de Salinas y recién al día siguiente se dio cuenta lo sucedido y llamó al 911 para pedir auxilio.

«Vamos a pedir nuevas pericias psiquiátricas para Basra previo al juicio oral que se estima hacerse para el mes de febrero. Creemos que no está en su cabales, que no comprende lo sucedido con su mujer. Sólo sabe que tiene hijos», agregó el letrado.

No obstante, en el requerimiento de elevación a juicio -al que accedió Télam- la fiscal dio por probado que se trató de un femicidio cometido en medio de una discusión de pareja, con amenazas de muerte y denuncias por violencia de género previas.Además, destacó que de los estudios psiquiátricos oficiales surgió que el imputado estaba «lúcido, orientado en tiempo y espacio» y que «comprendía el hecho».

Al momento de enumerar las pruebas, la fiscal se refirió a la llamada que el propio Basra realizó al 911 el día siguiente al femicidio para decir que había matado a su mujer y a los testigos que relataron los hechos de violencia que sufría Salinas, por los cuales un mes y medio antes del crimen lo había denunciado, se había separado y había recibido un botón antipánico.

A raíz de esa denuncia, la justicia le había impuesto una restricción perimetral a Basra para que no se acercara a su esposa.

«No sabia nada de lo mala que era la relación de mi sobrino y la mujer. Nunca pensé que todo iba a terminar así», dijo a Télam el tío del acusado Tarlok Singh, quien contó que los hijos de la pareja, que al momento del hecho tenían 1, 3 y 7 años, quedaron bajo custodia de la hermana de la víctima en la provincia de Corrientes.

El femicidio

El hecho ocurrió la noche del 13 de noviembre pasado en el departamento ubicado en el 6to, ‘C’ de un edificio de avenida Rivadavia al 8889, donde vivía Salinas con sus tres hijos, ya que estaba separada de Basra, quien se había mudado a lo de un amigo.

De acuerdo a la pesquisa, a pesar de la perimetral, el hombre fue a la vivienda enfurecido aparentemente tras ver unas fotos de ella con otro hombre y tras una violenta discusión la estranguló con sus manos en su propia habitación.

Recién a las 11.20 del día siguiente, Basra llamó al 911 para decir que había matado a su esposa, por lo que cuando los efectivos llegaron al lugar la hallaron tapada con una frazada en la cama de su pieza y ya fallecida.

De las testimoniales incorporadas a la investigación surgió que una hermana de la victima había sufrido abuso sexual por parte del acusado unos años antes y que la propia víctima vivía amenazada por su pareja, además de ser violentada.

El hecho de abuso ocurrió en 2017 cuando la hermana de Salinas estaba en la casa de la pareja porque cuidaba a sus sobrinos y Basra aparentemente la manoseó.La mujer, quien dijo que no era la primera vez que eso sucedía, quiso hacer la denuncia, aunque su hermana le pidió por favor que no.

Sobre las amenazas que se le atribuyen al acusado, la fiscalía mencionó dos episodios, uno sucedido el 26 de septiembre de 2019 cuando el hombre le dijo a su esposa «tu enfermedad mental me tiene cansado, te voy a matar»; y el otro al día siguiente cuando le manifestó: «Tenés que hacer los papeles del divorcio, hoy vas a dormir igual que ayer», en referencia a que la mujer había dormido en una silla por temor a ser atacada.

Ese mismo día, cuando Salinas quiso irse de la casa con sus hijos, el acusado le manifestó: «Andate vos, a mis hijos no te los llevás, y si los venís a buscar te voy a matar», según consta en el requerimiento fiscal.

Por ello, Salinas se presentó en la Comisaría Vecinal 10 C y ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para denunciar su situación.

Tres días después, el 30 de septiembre el Juzgado Civil 26 dictó una perimetral contra Basra para que no se acercara a menos de 200 metros de su mujer.