Bernarda fue conocida como La Justiciara de Villa Madero, cuando dos delincuentes jóvenes entraron a robar a la casa en Av. Vélez Sarsfield al 1300, casi esquina Álvarez, en La Matanza.
Los ladrones redujeron a Garay Ocampo, paraguaya y de 47 años, quien en ese momento se hallaba en su habitación. Según la mujer, uno de los delincuentes la redujo, la tiró sobre la cama y la ató de pies y manos con los cables de un televisor y un reproductor de DVD que se encontraban en un mueble.
Luego, el ladrón empezó a colocar en una bolsa grande un equipo de audio, una videocasetera, un walkman, alhajas, el CPU de una computadora, algo de dinero y otros pequeños objetos que había a la vista, como una planchita para el pelo.
En ese momento, otro asaltante -que al parecer se había quedado de «campana» en la puerta- le gritó al que se encontraba adentro que se fueran porque venía alguien y ambos escaparon corriendo por la avenida Vélez Sarsfield.
Según los voceros, en el apuro, el delincuente que había entrado a robar dejó en la casa un revólver calibre 32 largo y sólo salió con las pertenencias que había sustraído de la casa. Pocos segundos después, la mujer, que trabaja como empleada doméstica y tiene una hija de 20 años, logró desatarse, advirtió que el ladrón se había olvidado el revólver y salió a perseguirlo con el arma en la mano.
A menos de una cuadra, la víctima vio al ladrón y le gritó: «Devolveme lo que me robaste, hijo de puta!», por lo que el ladrón se dio vuelta y, al parecer, amagó con sacar algo de entre sus ropas, según dijo la mujer a poco de ocurrido el hecho. Entonces, la asaltada le efectuó un balazo que le dio en el pecho y le provocó la muerte en el acto.
En el proceso judicial Bernarda tuvo como abogado al penalista Hugo Lopez Carribero.