Con un estilo simple, llano e impactante, lejos del vuelo de la poesía negra que siempre se infiltran en los relatos policiales, Hugo López Carribero demuestra, en sus “Cuentos Carcelarios”, una sensibilidad fina para relatar el drama humano.

Con un par de frases pone al lector en antecedentes y lo hace partícipe del submundo “tumbero” pero sin maltratar al relato que construye e hilvana desde su experiencia como abogado penalista. Realmente sorprende con sus relatos y los mismos son fáciles de leer, no se hacen pesados y el lector no debe estar impregnado de la cultura “tumbera” para seguirlo.

Los “Cuentos Carcelarios” son una brisa fresca en la dinámica del relato policial y marca un rumbo nuevo, en lo que se denominó, el policial negro. Más allá de su actuación como abogado penalista, a Lopez Carribero se lo debe tener en cuenta como uno de los nuevos valores que surgen en la literatura de Buenos Aires.

El abogado y escritor explica que “Los Cuentos Carcelarios son una recopilación de la experiencia, de casi ya 20 años, de ejercicio de la profesión en el ámbito penal. Son causas reales, que ya están cerradas y, por la naturaleza de los hechos, muchas de las personas no están entre nosotros por haber fallecido precisamente en estos hechos delictivos” y remarca que “En los Cuentos Carcelarios intento contar la relación que existe entre la sociedad carcelaria y aquella que estas extra muros, es decir, aquellos que no están detenidos pero tienen relación directa o indirectamente con el mundo carcelario”.

“No soy escritor, yo escribo pero no soy escritor. Muchas veces pienso pero no por eso soy un pensador” sentencia Lopez Carribero y agrega que “He acumulado experiencias durante mucho tiempo y ahora se dio el momento oportuno y preciso para volcarlos en forma escrita”.

“Ese lenguaje, vocabulario o expresión es necesario volcarlo en el cuento carcelario para que la gente se ubique dentro del tiempo y del espacio donde suceden las historias. Creo que la gente, en la medida que va leyendo, se va representando lo tenebrosos que es la vida carcelaria. El vocabulario debe estar ahí para que pueda congeniar y se establezca cierta empatía con lo que se escribe” afirma el Dr. Hugo Lopez Carribero, y añade que “Han sido experiencias fuertes. Uno vive en una sociedad donde nos cuesta creer muchas cosas. En la cárcel y en la guerra es donde afloran las miserias humanas más notables; esos dos escenarios generan las miserias humanas más impensables; pero cuando sucede quedan incorporadas al imaginario como algo posible, desagradables, reprochable, pero posible”.

“A pesar de estas experiencias tan duras sigo creyendo en la justicia, pero hay que hacer dos distinciones, una cosa es la justicia y otro es el poder judicial. Para muchas personas, el palacio de tribunales no alberga la justicia sino que allí habita únicamente el poder judicial. Para muchos el poder judicial y la justicia no son sinónimos.

Hay veces que el poder judicial hace una aproximación a la justicia pero de ninguna manera la alcanza y la contempla en forma absoluta” asegura Lopez Carribero, que es abogado penalista desde 1994, fue director en el Colegio de Abogados, es profesor universitario de Derecho Penal, consultor televisivo en Canal 26 y C5N, y tiene un posgrado de litigación por jurados en Western School of Law USA.