Según los vecinos, desde el 23 de mayo no cuentan con suministro del servicio. El Municipio confía en que el servicio será reestablecido en las próximas horas.

«La pandemia empeoró la demanda de necesidades», reflexionó Bárbara Serrano, referente de la corriente Martín Fierro de La Matanza.

Son días de angustia, bronca y organización para los habitantes del barrio Las Casitas, de González Catán, que, cuentan, están sin agua desde el jueves de la semana pasada, cuando el camión de AySA que los proveía, luego de que el sábado 23 de mayo se rompiera la bomba del tanque que suministraba el servicio, pasó por última vez.

En diálogo con El1 Digital, la vecina Bárbara Serrano explicó que esto afecta a todo el barrio y, en especial, a los merenderos de la zona. Es el caso del espacio Mundo América Latina, que alimenta diariamente a 240 personas. Al respecto, Serrano, también responsable de la corriente Martín Fierro de La Matanza contó: “Desde las 17, vienen y retiran la comida, y, en muchos casos, los colaboradores la llevan a las casas”. “No queremos hacer otro foco de infección y contagio”, resaltó.

“Estamos cocinando con agua que vamos juntando de las casas de los vecinos y no podemos aplicar el protocolo de higiene que tenemos que hacer”, señaló Serrano. En ese sentido, admitió que los vecinos del tercer cordón del Distrito siempre fueron postergados y destacó que son vulnerados “por la falta de políticas del Estado”. Al mismo tiempo, pidió una solución urgente ante la falta de agua y aseguró que la pandemia empeoró las necesidades.

Por otro lado, desde el Municipio, el subdelegado de González Catán, Walter Basualdo, se refirió al corte del suministro de agua y puntualizó que “se está trabajando para reparar un pedazo de caño que se rompió”. “Ayer (por el lunes), cortamos el agua porque se reemplazó todo el sistema eléctrico para que sea automático y no haya una persona encargada del encendido del motor”, aseguró.

“Toda la caja se ha cambiado, se pusieron nuevos disyuntores y conectores, dos automáticos para que no pase lo mismo que la semana pasada, es decir, que al ser tan grande la centrífuga, se vaciaba rápidamente la cisterna. Entonces, se hizo el trabajo y quedó bien. A la tarde, cuando nos íbamos, en la prueba final, cedió uno de los caños que lleva el agua al tanque y lo que se pidió es reemplazar por uno galvanizado. Eso es lo que se está haciendo ahora”, aclaró. Por último, Basualdo confió en que el tema va a estar solucionado en las próximas horas.