El mercado no parece reaccionar ante la exorbitante tasa de interés. Tanto los grandes jugadores como los pequeños ahorristas le quitan dólares al circuito financiero, mientras el FMI le asegura a Macri las divisas hasta las elecciones
El esquema de timba financiera que promovió el gobierno de Mauricio Macridio grandes resultados para quienes especularon con los vaivenes del dólar y la economía argentina. En los últimos tres años y medio, la fuga de capitales asciende hasta los U$S 72.234 millonesy sólo en el primer semestre se fue del país más de la totalidad que mostró el 2018.
El Banco Central (BCRA) publicó este martes su informe de Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario del mes de junio. La curiosidad que arrojó el documento fue que, a pesar de una relativa calma cambiaria, la fuga de capitales se mantuvo en niveles muy preocupantes.
Durante el mes, la salida neta de divisas fue de U$S 1.349 millones y acumula U$S 10.881 millones en el primer semestre de 2019. De esta forma, superó en apenas un semestre la marca alcanzada a lo largo de todo el año pasado.
Desde la llegada de Mauricio Macri en 2015, ya se fugaron del sistema financiero local U$S 72.234 millones. Esto representa el equivalente al 60% de la deuda emitida por Cambiemos. En 2016 se fugaron U$S 27.000 millones, mientras que al año siguiente la fuga llegó a los U$S 22.000 millones. En 2018, se fugaron del sistema U$S 9.900 millones de dólares y este año, la cifra parece conducir a una salida récord.
Para clarificar el panorama financiero, la fuga de capitales no hace referencia a una estricta salida de activos a otro país. Hay diversas modalidades:
- Por remisión de utilidades: Cuando una empresa multinacional obtiene ingresos en el país por la venta de un bien o servicio y luego cambia sus ganancias de pesos a dólares para girarlas a su casa matriz está fugando divisas. Son dólares que se van del sistema financiero local.
- Por atesoramiento: Cuando un inversor o empresa compra dólares para atesorarlos por fuera del sistema (guardarlos «debajo del colchón» o en una caja de seguridad) se están fugando divisas. Aunque no salgan del país, son dólares que dejan de estar a disposición del sistema bancario.
- Por pago de intereses de deuda externa: Cuando el Estado gira dinero a acreedores externos, incluidos el FMI y otros organismos internacionales de crédito, está sacando dólares de la plaza local.
- Por turismo: Todo gasto de un turista argentino en el exterior, ya sea en efectivo o con tarjeta de crédito, implica una fuga de divisas. Es dinero que se va para no volver.
- Ilegal, a través de «cuevas»: Las casas de cambio no registradas suelen ofrecer el servicio de transferencias al exterior por fuera de la órbita de control del Banco Central. ¿Cómo lo hacen? La cueva tiene un cliente A en el exterior que quiere traer dinero al país sin declararlo y un cliente B en el país que quiere sacarlo sin que la AFIP se entere. La operatoria requiere sacar capital del circuito financiero.
- Contado con «liqui»: Un inversor que tiene cuentas abiertas en sociedades de bolsa el país y EE.UU. compra acciones o títulos públicos en el mercado local y luego le pide a su agente de bolsa.
Juntos por la fuga
El economista Juan Valerdi explicó a El Destape cómo funciona el esquema actual: “Ahora tenés a las empresas que se aprovechan de la desregulación financiera, ante una actitud laxa de la AFIP, y a los pequeños ahorristas que tratan de protegerse de la inflación y del movimiento que los bancos hacen con su dinero”. Y agregó: “Entonces tenés la fuga exterior (pocos agentes y montos muy grandes) y la interna, que se va al colchón (muchos agentes y montos bajos)”. Cabe destacar que hay alrededor de U$S 28.000 millones puestos en plazos fijos en el sistema, una burbuja financiera realmente exorbitante.
“La fuga que hay ahora es facilitada por la bicicleta financiera y la posibilidad de poder transferir U$S 100 millones de tu cuenta en Buenos Aires hacia cuevas fiscales como Bahamas o Panamá. Además, hay que aclarar que no son extranjeros quienes juegan con el carry trade o los bonos, son los argentinos”, enfatizó. “Los jugadores locales tiene información sobre el mercado y presionan para que el país tome deuda, ya que están asesorados”, aclaró.
¿Pero qué sucede cuando se fugan divisas? Se genera un agujero que provoca que gobiernos de este tipo se endeuden. Para tapar el agujero de la balanza comercial, el pago de deuda y también para financiar el gasto corriente. La pesificación de los dólares deja abierto un grifo de dólares que se van. Es lo que verdaderamente hace el FMI: financiar la fuga de capitales por parte de los agentes del mercado.
Respecto a si las PASO influyen sobre los números que registra el 2019, Valerdi señaló que «no es el elemento preponderante”, porque “nadie puede asegurar que si gana Macri se va a poder jugar a la bicicleta financiera durante 4 años más, porque hay evidencia que hay posibilidades de que se produzcan diversos tipos de shocks en la economía”.
De hecho, la política de muy altas tasas de interés del BCRA debería desalentar la fuga de divisas del sistema financiero. La tasa de referencia récord a nivel mundial, debería funcionar como un incentivo para la venta de dólares y posicionarse en instrumentos en pesos. Sin embargo, sucede lo contrario.
El desarme de plazos fijos en pesos le impone presión al dólar. Y la falta de confianza en el modelo económico empieza a marcar el camino de cara a octubre. Ahora será el Gobierno quien deba jugar sus cartas y el mercado se mantendrá expectante para saber hasta donde se estirará Macri para mantener la calma.
Fuente El Destape