El sacerdote Carlos Mugica se convertía hace 45 años, un 11 de mayo de 1974, en un símbolo del compromiso eclesiástico con los sectores más populares, al caer asesinado
Nos dijo Miguel Saredi que “he conocido a la familia del Padre Mugica. Fue una persona impresionante, que pese a provenir de un sector medio alto, y de buen pasar; dejó las comodidades y siguió sus inquietudes espirituales, que pudieron más, y en 1952 ingresó en el seminario”.
“Hoy, que intentan que haya un enfrentamiento de clases, el Padre Carlos Mugica fue todo lo contrario; un ejemplo de amor, respeto, y de la esperanza de poder luchar para la construcción de una sociedad para todos”, resaltó Saredi.
“Que chiquitos debemos sentirnos cuando vemos su ejemplo, que hasta entregó su vida por un mundo mejor”, destacó Saredi.
Su compromiso con los Pobres, con Cristo y con Perón, fueron con una convicción entrañable.
Fue un entierro multitudinario, dónde habitantes de la villa y curas villeros, llevaron a la carga su féretro hasta el cementerio de La Recoleta y asistieron diferentes grupos sociales.
A partir de 1999, sus restos descansan en la Parroquia Cristo Obrero de la Villa de Retiro, a dónde él había elegido predicar para los más humildes.
Un 11 de Mayo de 1974, fue asesinado de 14 balazos.