Pasaron más de dos años desde que el anestesista Gerardo Billiris (42) abusó de ella, la molió a golpes y casi la mata, pero Belén Torres (22) todavía no se reconoce

Cuando en los programas de televisión muestran su rostro desfigurado, su cara hinchada y sus ojos achinados de sus días internada en el hospital, al borde de la muerte. Pero no es otra vida ni otra mujer. Es ella y recién este viernes, a un día de que se hiciera efectiva la condena para su agresor, la joven de 24 años piensa en rehacer su vida.

No llora ni tiembla. Está entera. Se mantiene fuerte, siempre acompañada por su familia y principalmente por su papá Rubén, que la cuida y la contiene en cada abrazo como un escudo de superhéroe: “Mi papá es lo más grande que hay, se enfrentó a todos. Mi mamá y mis hermanos siempre estuvieron a mi lado y eso hizo que de a poco pueda salir adelante”.

Fuente TotalNews.com.ar