Ante las dificultades para comprar o conseguir alimentos, muchas familias se acercan a los comedores y merenderos barriales con el objetivo de obtener un plato caliente. En este sentido, desde el Movimiento Evita local, que colabora con más de 60 espacios, aseguran que, a pesar de contar con ayuda nacional y municipal, la comida no alcanza. Además, mencionaron que, entre los chicos, hay casos de desnutrición.

En diálogo con El1 Digital, Gerardo Fernández, referente de la organización social a nivel distrital, indicó: “Es alarmante la cantidad de chicos y adultos que acude a los merenderos. Esto se debe a que hubo un salto gravísimo a partir de la devaluación del año pasado y de la escapada del dólar, que se transformó en una escapada en los costos de los alimentos”.

“La alimentación es un problema muy grande en Argentina», aseguró Fernández.

Según señaló Fernández, actualmente, colaboran con 60 comedores barriales distribuidos en todo el territorio matancero, fundamentalmente en la zona sur, es decir, en las localidades de Virrey del Pino, Gregorio de Laferrere y González Catán. “En cada merendero, se asiste a entre cien y 150 personas”, detalló.

En cuanto a las provisiones, el referente del Movimiento Evita sostuvo que reciben, desde el Gobierno nacional, 600.000 pesos que se depositan en una cuenta corriente de la agrupación cada tres meses; también, obtienen mercadería que entrega la Secretaría de Desarrollo Social municipal y donaciones de los vecinos. “Con ese dinero, compramos pollo y otros alimentos de buena calidad en los supermercados mayoristas. Sin embargo, las provisiones no alcanzan”, manifestó.

Además, subrayó que, a nivel nacional, el Movimiento Evita tiene más de 5.000 comedores: “Nuestro trabajo es generar lazos comunitarios donde la gente participe y se organice, y recupere la esperanza y la autoestima. Creemos que nos hay posibilidad de construir una Nación si no hay una comunidad organizada, solidaria, con valores morales… esa es la batalla que damos todos los días en cada lugar al que vamos, en cada merendero, en cada centro cultural”.

Por otra parte, afirmó que, en los barrios matanceros más vulnerables, hay casos de malnutrición y desnutrición a raíz de la mala alimentación que tienen los chicos. “La alimentación es un problema muy grande en Argentina ya que muchas familias no tiene para comer y, cada vez, la situación se agrava más”, concluyó.

Fuente El 1 Digital