En un año electoral, específicamente en un distrito con mayor cantidad de votantes del país, es también un objetivo electoral importante para Cambiemos.

Motivos por los cuales “repentinamente” todos se acordaron de las escuelas de La Matanza y se pasean por todos lados mostrando, más que haciendo.

A continuación compartiremos una declaración de una docente matancera que sufre la política de todos aquellos que se candidatean:

«Mi nombre es Mónica Amabile y soy docente y delegada de la escuela primaria 27 de La Matanza. viví siempre en este distrito. Conozco muy bien la escuela pública ya que gran parte de mi vida la pasé y aún la paso en ella. Desde niña cuando estudiaba en la Escuela Primaria 7 de Villa Insuperable, escuela en la que hoy también trabajo. Luego estudié en la media 4 de Tapiales.

Este año cumplo 20 años como docente. Me da mucha bronca ver como los gobiernos se sacan fotos sonrientes para juntar votos, mientras las escuelas se siguen cayendo a pedazos.

Así mostró la diputada Nathalia González Seligra, docente matancera como yo, el estado deplorable de mi escuela primaria número 7:

«Las escuelas de La Matanza: una historia de abandono y ajuste»
«En el 1988 yo cursaba la primaria, y la inflación cursaba un saqueo contra el pueblo trabajador. Los docentes hicieron una huelga de 43 días contra el ajuste del radical Alfonsín.

La provincia la gobernaba el peronista Cafiero. Intentaron también poner a las familias contra los docentes, pero en mi casa a nadie se le hubiese ocurrido agarrárselas con las seños ¿saben por qué? porque tanto a mis viejos como a ellas la crisis los estaba desangrando.

La inflación hizo que mi viejo no pudiera pagar el boleto para ir a trabajar. Los dueños de Suchard lo despidieron y se fueron del país dejando a cientos de trabajadores en las calles. Como tantas otras empresas que cerraron y engrosaron las filas de desocupados. Mientras los burócratas como Daer (que en ese entonces ya traicionaba desde el gremio de la alimentación) miraban para otro lado.

La luz se cortaba cuatro horas todos los días. La programación en la tele empezaba más tarde porque estabamos en emergencia eléctrica y el gas nos lo cortaron por no poder pagar. La cuenta del fiado en el almacen se acumulaba y cuando ibamos a pagar, la inflación la había duplicado en relación a cuando los compramos. Cualquier parecido con los tarifazos, la crisis energética de y los ataques a los trabajadores de la educación y sus salarios que vivimos en el presente no es pura coincidencia. Que nos quieran hacer pagar la crisis, tampoco.

La recuperación económica vivida bajo el kirchnerismo se reflejó mucho más en la ganancia empresaria que en el salario docente y las condiciones de enseñanza aprendizaje en la escuela pública. Las escuelas de la provincia que gobernó Scioli eran una catástrofe: techos que se caen, sin calefacción en invierno y refrigeración en verano. Inundaciones una tras otra. Hacinamiento en la aulas. Mientras Cristina desde el Congreso nos trataba de vagos a los docentes diciendo que sólo trabajamos 4 horas y que tenemos 3 meses de vacaciones. Las docentes saliamos a las calles cantando “ A ver Cristina si nos entendemos: pagás a los buitres, pagás a Repsol, pero ni un peso para educación”

«El macrismo profundizo el ajuste que había comenzado en 2014. Salarios muy por detrás de la inflación. Nuevamente la provincia lo sufrió. el crimen social de Sandra y Rubén es la muestra más clara y dolorosa de lo poco que les importa la escuela y nuestras vidas.

Ahora Vidal organiza unas “mesas educativas” cuyo único fin es crear una nueva trinchera antidocente. Mientras ofrece migajas, quiere condenar a los docentes a la pobreza.

El FMI que asumió el gobierno quiere que se “gaste” aún menos en infraestructura y salario. Macri y Vidal lo siguen al pie de la letra. Y mientras el kirchnerismo se hace el opositor, Kicillof se junta con el FMI para asegurar la continuidad de sus negocios a costa nuestra. Caraduras!»

«Magario dice que “La Matanza ha puesto 600 millones de pesos para reparar alrededor de 200 escuelas a raíz de que la Provincia no envía fondos. Ya que no hay obras, la Gobernadora, por lo menos, tiene que asegurar que haya un ciclo lectivo completo”. Finocchiaro le contesta que «el Distrito recibió 532 millones del Fondo Educativo en 2018 y recibirá 871 millones en 2019, además de otros recursos para obras». Muchas palabras, que no se notan ni en la infraestructura ni en el salario.

Mientras tanto nosotras nos organizamos y debatimos en asambleas como vamos a ser punta de lanza para frenar el saqueo.

Y este 8 de marzo nos encontrará a la cabeza de la lucha en las calles».