Desde que Riquelme manifestó su deseo de involucrarse en la política del club recibió los llamados de Crespi, Santa Maria, Ameal y Digón (todos de larga trayectoria en la vida institucional del club), pero según dejó deslizar, le gustaría armar una lista con nombres nuevos, pero sobre todo que no tengan nada que ver con el actual presidente.
A más de un año de las elecciones en Boca Juniors ya son muchas las reuniones extraoficiales que se vienen llevando a cabo con el fin del armado de lo que pueden ser las listas electorales.
Se sabe que la presidencia del club de la Rivera es un cargo de mucho poder, ya que es el representante del club más grande de Argentina, y uno de los más grandes del mundo. Sin ir más lejos, el actual presidente de la nación Mauricio Macri lo usó de trampolín para ser jefe de gobierno y comenzar de esa manera la carrera política que lo depositó en el sillón de Rivadavia.
La notable construcción de poder que ha concentrado el oficialismo de la mano de un muy buen trabajo en las peñas y filiales del interior, con grandes resultados deportivos y una destacada tarea en marketing son la combinación exacta para pronosticar un triunfo casi seguro del oficialismo.
Además de la construcción puertas para adentro, hoy Boca Juniors controla el tribunal de disciplina de la AFA, la Superliga, los árbitros y la inspección general de justicia, que es a priori quien debería controlar a los clubes.
Ahora bien, dentro del bloque oficialista se perfilan dos candidatos como los posibles “sucesores” de Daniel Angelici:
El actual director del Instituto de Previsión Social, Christian Gribaudo, que es el candidato preferido del actual mandatario de la casa amarilla, actualmente es el secretario general de la institución Xeneixe y con un puesto clave para el club en CONMEBOL: titular de la comisión de Transparencia y Gobernanza, por pedido explícito del propio Angellici.
El otro candidato que se posiciona con el presidente de la nación como su “padrino” es Andrés Ibarra, actual ministro de modernización de la nación y con pasado en la conducción del club como gerente general y gerente de Marketing en la etapa de “explosión” en la cual Boca Juniors se convirtió en una marca mundial.
En el ala opositora el único candidato que se divisa es Juan Román Riquelme. Si bien en el comienzo del mandato de Mauricio Macri como presidente de la nación el propio Riquelme se acercó a la quinta de Olivos para dialogar y se dejó fotografiar, cuentan que la propuesta de Macri al pedido de apoyo de Riquelme fue positiva, aunque en una lista de unidad con Andrés Ibarra. En un principio Riquelme evaluó esa posibilidad, pero según cuentan la habría descartado.
En el último tiempo, el ídolo de Boca cambió de parecer y se convenció de que no sería bueno en las próximas elecciones encabezar la lista, sino que ir de vicepresidente o con un puesto más ligado al fútbol profesional, para preparar su candidatura como presidente el siguiente período.
Desde que Riquelme manifestó su deseo de involucrarse en la política del club recibió los llamados de Crespi, Santa Maria, Ameal y Digón (todos de larga trayectoria en la vida institucional del club), pero según dejó deslizar, le gustaría armar una lista con nombres nuevos, pero sobre todo que no tengan nada que ver con el actual presidente.
Para Angelici, el ex futbolista se puede convertir en una piedra en el zapato, ya que tiene una imagen positiva muy grande y puede traccionar muchos votos para el candidato que logre pegar su imagen a la de Román.
Perece ser que el año 2019 no será un año más para Boca, ya que será uno electoral que defina puestos a nivel nacional, provincial y del propio club, cuya presidencia, desde la asunción de Macri en 1994, se convirtió en una verdadera plataforma política.
Fuente: (www.REALPOLITIK.com.ar)