En el marco de la exhortación del Papa Francisco a cumplir con el ¨derecho sagrado¨ de las 3 T, la Pastoral Social de la Diócesis de San Justo realizó una nueva ¨Misa por el Trabajo, la Tierra y el Techo¨ en el Barrio Puerta de Hierro.

En el marco de la exhortación del papa Francisco a llevar la Iglesia a la calle y expandir el pedido por el Trabajo, por el Techo y por la Tierra, el Obispado de San Justo realizó una nueva misa en Puerta de Hierro.

Presidida por el obispo monseñor Eduardo García, la misa contó con muchísima concurrencia, la participación de movimientos sociales (CCC, CTEP, Evita, entre otros), así también la presencia de funcionarios del Gobierno provincial y municipal.

En la homilía, García volvió a pedir por los más vulnerados y criticó la ausencia del estado en estos barrios. “Queremos ponerle voz a este Dios que una vez más nos habla a través – y lo digo con dolor- de la indignidad de muchos de sus hijos que viven desde hace décadas en la postergación de no tener una casa digna, agua potable, cloacas, un espacio donde puedan vivir y enseñarles a sus hijos el valor de la vida.”

“Seguimos pidiendo, estos hermanos y vecinos que no tienen vida digna, no lo digo solamente yo; lo decía hace poco una vecina: desde hace un tiempo, el agua sale con olor a pis porque las cañerías son viejas y están pegadas a la red cloacal”, continúa la homilía.

“Estamos acá porque amamos la vida, y aquí hay chicos que necesitan crecer con esperanza, hay familias que tienen que perder el miedo a trabajar dignamente, hay jóvenes que no puede ser que tengan más horizonte que droga barata para ganarse el pan u olvidarse del presente hasta que le llegue el balazo certero por un ajuste de cuentas o porque ya no sirven más”, expresó García en su discurso.

El Obispo también hizo referencia a la Ley que trata la despenalización del aborto. “Estamos acá porque amamos la vida y creemos que toda vida vale. Nos unimos al papa y sentimos que el papa está unido a nosotros cuando nos dice: La defensa del inocente que no ha nacido, debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo. Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte”.

“Estamos acá porque queremos cuidar la vida, aun la que otros no desean, y a esos les decimos como la madre Teresa: “no aborten, que nos los den”, no hagan leyes tranquilizdoras de conciencias y evitadoras de responsabilidades. Estamos acá para pedir que aquellos que tienen que cuidar, proteger, promover y dignificar lo hagan sin excusas. Porque aquí hay hombres y mujeres que están apechugando cada día y trabajando por sus hermanos y necesitan que el estado en cualquiera de sus formas se haga cargo de sus esfuerzos”, finaliza García.

Fuente Almafuerte Noticias