Acerca de las Campañas Legislativas que hubo y que se vienen, como Director de la UCES,y Académico, el Dr. Miguel Saredi, nos contesto algunas preguntas.
En el marco también, del Congreso Internacional de Comunicación Política, sobre Campañas Legislativas, donde asistirá junto a jóvenes estudiantes de La Matanza.
Se acercan las elecciones legislativas y las fuerzas políticas van ocupando, progresivamente, diferentes espacios gravitacionales; ante la incertidumbre que genera la proliferación de encuestas, los rumores que hace circular el periodismo y las definiciones tempranas, el Dr. Miguel Saredi, nos brindó una entrevista personal en la que aparecieron, fruto de una larga conversación, ciertas perspectivas acerca de los patrones que vienen reproduciéndose en las elecciones legislativas de nuestro país y el rol que ocupan los nuevos medios.
¿Qué similitudes imagina encontrar entre las elecciones venideras y las anteriores elecciones de medio término?
- “En primer lugar, creo que después de la gravísima crisis del año 2001, los liderazgos personales han cobrado un rol protagónico en la escena política Argentina; sin embargo, no se trata de cualquier tipo de liderazgo, sino de uno en especial que implica la construcción de un vínculo de cercanía con cada uno de los vecinos”.
¿Cómo se construye ese tipo de liderazgo?
- “Más allá de las virtudes innatas que puede tener cada candidato, siento que para poder generar un lazo de confianza con los votantes, lo primordial es el trabajo territorial; existe también, y con cada vez más potencia, un trabajo de presencia en el territorio virtual; este territorio se define por cada una de las redes sociales que hoy son utilizadas por miles de usuarios, y por las estrategias que tal o cual equipo de campaña adopte para poder hacer uso de las mismas y expandir el perfil del candidato. Estos espacios de intercambio social, se han transformado en espacios de legitimación política y de diagnóstico coyuntural”.
Se ha hablado mucho sobre la efectividad de las campañas negativas y aquellas estrategias que buscan la conciliación entre las fuerzas políticas que disputan escaños. ¿Cuál es su opinión al respecto?
- “Según la experiencia, descartando la elección del año 2005 que puso en disputa el poder territorial sobre la Provincia de Buenos Aires (elección en la que las principales candidatas fueron Cristina Fernández y «Chiche» Duhalde, puedo decirte que es relativo el éxito de una campaña negativa o una campaña conciliadora. En el 2009, De Narváez construyó un perfil de cercanía muy fuerte, a la vez que decidió enfrentar al Frente Para La Victoria con una fuerte campaña negativa, con spots publicitarios que apelaban a la emocionalidad, y terminó superando a este espacio político en las elecciones, en plena crisis del campo; en el 2013, Sergio Massa construyó un perfil totalmente diferente, conciliador, y enfocado en determinadas temáticas sobre las que se posicionó, como la cuestión de la seguridad. Me parece que hay que establecer diferencias entre lo que es una estrategia de campaña y el ejercicio de la comunicación política durante una gestión de gobierno. La estrategia de campaña de un candidato puede muy bien adaptarse a la coyuntura política y diseñarse en torno de un determinado posicionamiento de cara a cuestiones socialmente problemáticas (la seguridad, el cuidado del medio-ambiente, etc.); pero la comunicación política durante una gestión de gobierno debe ser sumamente cuidadosa: las campañas negativas pueden profundizar diferencias preexistentes y no traer ninguna consecuencia positiva para la gente”.
¿Cómo cree que ha impactado el advenimiento de gurúes y/o equipos profesionales que diseñan campañas políticas?
“Si uno observa las anteriores elecciones legislativas (las del 2005, las del 2009 y las del 2013), los equipos de campaña dejaron sentado ciertos precedentes que toda campaña debe tener en cuenta, ya sea por error o acierto. En primer término, el candidato no diseña la campaña; el candidato tiene que estar con la gente, dedicarse a caminar las calles y escuchar los reclamos de los vecinos. En segundo término, los equipos de campaña, al realizar relevamientos y registrar un conjunto de prioridades que la gente manifiesta, logran obtener un conjunto de reclamos sistematizados que muy probablemente terminen siendo políticas aplicadas a resolver los problemas de los vecinos, políticas focalizadas tanto por temáticas, como por territorios. Es decir; no sólo se trabaja para lograr una buena campaña electoral, sino también para poder conocer muy de cerca los problemas de la gente y generar proyectos que les lleven soluciones”.
El Dr. Miguel Saredi disertando en La Cumbre de Comunicación Política 2016.