En el aire de FM 89.1 Radio Universidad de La Matanza, Miguel Saredi dialogó con el periodista Tomás del Duca y dejó una radiografía política y social marcada por dos ejes centrales: la crisis económica que golpea al distrito y la necesidad urgente de que el peronismo recupere su capacidad de comunicación. Según sostuvo, la batalla cultural está directamente ligada a ese terreno que hoy, más que nunca, se define en la disputa por la imagen.
La comunicación como talón de Aquiles del peronismo
Durante la entrevista, Saredi remarcó que el peronismo atraviesa un déficit profundo en materia comunicacional. Consideró que dirigentes, intendentes y gobernadores se mantienen “prácticamente en silencio” y que esa falta de relato propio deja un vacío que el adversario político ocupa con facilidad.
En este tramo de la charla, Miguel Saredi se tomó un momento para dirigirse directamente al entrevistador. “Tomás —le dijo—, solo podríamos agregar que valoro el esfuerzo que haces vos y la radio de la Universidad de La Matanza. Así como el Instituto de Medios de la Universidad, su radio, su señal digital, el streaming y todo lo que hacen, porque es dar voces a todos los que a veces no pueden expresarse en otros ámbitos”.
Recordó que, históricamente, los sindicatos y el movimiento obrero tampoco supieron construir una presencia fuerte en los medios. Según explicó, esa debilidad facilitó que sus voces quedaran opacadas porque “no podían responder” con eficacia. Mientras que Perón solía adoptar posiciones audaces en el plano internacional y defendía a los sectores populares, Saredi contrastó que hoy la comunicación quedó en manos de quienes “juegan fuerte contra los más vulnerables”.
“El peronismo debe comunicar, debe narrar, debe mostrar otras miradas”, enfatizó. Y advirtió que, en la era de las redes sociales y la instantaneidad, la apariencia condiciona la realidad: “Hoy es más importante lo que parece que lo que verdaderamente es. Vivimos en la época de la foto, del Instagram. La imagen reemplazó al concepto”.
Para el dirigente, si el peronismo no reconstruye sus lazos comunicacionales, difícilmente pueda sostener su identidad como movimiento nacional. “Sin voz propia, no hay relato. Y sin relato, se pierde la batalla cultural”, alertó.
Además, en su charla con Tomás del Duca, Saredi volvió a reiterar la necesidad de que el Movimiento Nacional encuentre los caminos para comunicarse entre sí y con los argentinos. Advirtió que, de continuar por este rumbo, “solo podemos esperar los errores de Milei y de Trump, pero nada propio se fortalecerá o crecerá”.
Empresas que cierran, empleos que se pierden y un escenario social alarmante
Saredi también describió el impacto económico que se vive en La Matanza, donde —según detalló— crece semana a semana el número de establecimientos que cierran o se reconvierten para sobrevivir.
Afirmó que muchas empresas locales están transformándose en importadoras, reduciendo personal y desmantelando talleres que antes albergaban a decenas de trabajadores. Algunas lo hacen para intentar conservar a sus empleados; otras, directamente bajan sus persianas.
El panorama laboral es crítico. De acuerdo con lo señalado en la entrevista, se estima que más de diez mil personas por día pierden su empleo en distintos puntos del país, un fenómeno que se refleja con crudeza en el distrito. A esto se suma la caída abrupta en el consumo de alimentos, algo que —según sostuvo— no tiene precedentes recientes.
Comunicación o silencio: el desafío político del momento
En este escenario social complejo, Saredi insistió en que el problema no es solo económico. A su entender, el silencio de los dirigentes agrava la sensación de desamparo y deja sin respuesta a la ciudadanía frente a discursos que avanzan sin contrapunto.
“No hay gente comunicando”, subrayó. Y advirtió que si la dirigencia no vuelve a debatir, explicar y disputar sentido, quedará atrapada fuera del espacio donde hoy se define la política: la circulación permanente de imágenes, mensajes y percepciones que moldean la opinión pública.
“Si no comunicamos, si no mostramos lo que sucede, nada tiene sentido”, señaló, marcando que el desafío del peronismo no es solo reorganizar su estructura, sino recuperar su capacidad de contar la realidad para volver a interpelar a la sociedad.