Alfredo Casero volvió a cruzar todos los límites del buen juicio y la decencia al hablar del brutal triple femicidio de Morena Verri (20), Brenda Del Castillo (20) y Lara Gutiérrez (15). En lugar de condenar el crimen y solidarizarse con las familias, el actor decidió responsabilizar a las víctimas, con un discurso que raya en lo repugnante.
En su programa «Raro» de Laca Stream, Casero sostuvo que las jóvenes “invitaron” su propia tragedia por supuestas decisiones personales, culpando incluso a los padres al “no educarlas bien”. Sus palabras, que equiparan la violencia con un simple “causa y efecto”, desprecian por completo la magnitud del horror vivido por las víctimas y banalizan la responsabilidad de los asesinos.
Lejos de aportar reflexión, Casero eligió generar polémica barata, mostrando una insensibilidad escalofriante. Mientras el país está impactado por la pérdida de tres jóvenes, él las reduce a un juicio moral absurdo, evidenciando que su discurso está más cerca de la provocación oportunista que del respeto humano.