En una emisión especial del ciclo transmitido por El Nacional de Matanza, el historiador Ignacio Martín Clopet presentó su último trabajo titulado Las claves secretas de Perón, un libro inédito que revela cómo el general Juan Domingo Perón organizó su comunicación durante los años de exilio mediante un sofisticado sistema criptográfico. La charla, conducida por el equipo de la radio y con la participación del dirigente peronista Miguel Saredi, fue una clase abierta de historia, política y militancia.
“Este libro contiene un acervo documental inédito, papeles y documentos confeccionados directamente por el general Perón”, explicó Clopet. A lo largo de la conversación, el autor detalló cómo Perón utilizaba claves y palabras enmascaradas para burlar la censura y hacer llegar sus mensajes a la militancia peronista en la Argentina proscripta.
“La criptografía no era nueva en nuestra historia: San Martín y Pueyrredón ya la habían usado. Perón toma ese legado y lo adapta a su tiempo”, remarcó el autor. Según explicó, el líder justicialista pasaba hasta doce horas por día frente a su máquina de escribir respondiendo cartas, telegramas e informes. Algunas misivas se enviaban por canales seguros, pero otras requerían ser codificadas: “Hay cartas que no tienen claves y otras que sí. Todo dependía del riesgo de interceptación”.
Miguel Saredi, quien acompañó a Clopet en la presentación, destacó la dimensión humana de Perón durante el exilio. “No tenía un peso partido al medio”, recordó. Y sobre las razones por las cuales el líder decidió no resistir militarmente el golpe de 1955, Saredi fue enfático: “Perón, que había presenciado la Guerra Civil Española y la masacre de Plaza de Mayo, priorizó el tiempo antes que la sangre. Por eso decide exiliarse”.
Clopet reforzó esa idea relatando el impacto emocional y político que causaron los bombardeos del 16 de junio de 1955: “Fueron 366 muertos, entre ellos 50 niños. Nunca se vio en el mundo semejante acto de barbarie en un país en paz. Las bombas y las ametralladoras no iban al despacho de Perón, apuntaban a todo lo que se movía alrededor de la Plaza”.
Otro de los momentos más emotivos de la charla fue cuando se abordó la falta de odio en Perón, incluso ante el exilio, las persecuciones y el ultraje al cadáver de Evita. “Eso habla de su grandeza. No guardaba rencor, incluso impulsó el abrazo con Balbín como símbolo de unidad nacional”, señaló el historiador.
En su intervención final, Clopet dejó una advertencia sobre el presente: “Hoy, lamentablemente, las tres banderas del peronismo están ausentes: no hay soberanía política, ni independencia económica, ni justicia social”. Y agregó: “La militancia no se hace por WhatsApp. Es cuerpo a cuerpo, con esfuerzo, con compromiso y con memoria”.
Saredi, por su parte, instó a “ayornar la comunicación” del movimiento: “Tenemos que transmitir mejor nuestras ideas. Ignacio es un ejemplo de cómo un historiador comprometido puede llegar con su mensaje. Ojalá más dirigentes acompañen esta tarea, porque nos están llevando puestos”.
La presentación de Las claves secretas de Perón no solo fue una muestra del rigor histórico de Clopet, sino también una invitación a repensar el legado peronista desde sus raíces más profundas: el pensamiento estratégico, la resistencia ante la adversidad y la defensa inclaudicable de los valores nacionales.