La oficial Florencia González de 31 años, murió al recibir el impacto de un adoquín que le tiraron a su auto.
Iban circulando y para asaltarlos, desde un puente, les arrojaron una enorme piedra que destrozó el parabrisas del automóvil e impactó en el pecho a la mujer.
Su marido la llevó al Hospital de Merlo, pero falleció poco después.
La oficial, había concluido su jornada laboral en la División Barrio 31, y volvía con su esposo, también policía, y sus dos pequeños hijos (8 y 5 años) por el Camino del Buen Ayre.