El cantante de Isidro Casanova, partido de La Matanza, deslumbró a Ricardo Montaner y al jurado con su presentación en el escenario de La Voz Argentina.
Emanuel Cerrudo relató los orígenes de su pasión por la música en la presentación previa a subir al escenario. Contó que, cuando era apenas un niño, se subía al banco del colegio para cantar y hacía reír a todos sus compañeros. Pero pese a los recuerdos felices comentó que también tuvo una compleja niñez: «tuve una infancia dura. Nosotros éramos tres hermanos, mi papá nos abandonó y quedó mi mamá sola luchando con los tres”.
Además contó una situación difícil por la que tuvo que atravesar hace dos años: «En el 2020 pasamos un momento que nunca pensé que iba a pasar. Me agarró COVID y estuve internado todo un mes, mientras esperábamos el nacimiento de mi hijo Pedrito”, comenzó. Y continuó: “De un día para el otro ya no podía estar de pie. Fue la realidad, con la fiebre en 39,2° que no bajaba y de repente me encontré directamente cara a cara con la muerte porque dije ‘ya no puedo respirar más’».
Debido a la falta de oxígeno debieron intubarlo y estuvo en el hospital a lo largo de todo octubre. “No podía ni hablar. Salí muy débil de todo, no podía levantar a mi hijo que ya tenía unos cuantos días”, expresó. No obstante, el agradecimiento de haber sobrevivido se vio empañado por una de las secuelas de la enfermedad. “Estuve como tres meses sin poder hablar porque no tenía voz. Y yo dije ‘Dios, si me vas a hacer volver pero no puedo cantar, me hubieras llevado’”.
Pero su voz volvió con fuerza y, con ella, sus ganas de cantar. Así lo demostró cuando comenzó a entonar “Y ¿Si fuera ella?” de Alejandro Sanz. Con su potencia logró deslumbrar tanto a Ricardo Montaner como a sus hijos, Mau y Ricky, quienes no dudaron en dar vuelta sus sillones. Finalmente, Emanuel eligió entrar al equipo en el que siempre deseó estar: el del autor de “La Gloria de Dios”, quien lo recibió con los brazos abiertos y mucha alegría.