La presentación que hará la gestión de Fernando Espinoza se basa en las relocaciones de villas porteñas durante la dictadura a terrenos de la Ciudad, entonces Capital Federal dependiente de Nación. Entre las tasas municipales y el impacto socio ambiental, el reclamo ascendería a más de 100 mil millones de pesos.
El municipio de La Matanza realizará una presentación judicial en reclamo a la Ciudad de Buenos Aires por “una masiva deportación de pobres formando las villas en terrenos fiscales de la Nación”. Lo que desde el distrito que comanda el intendente Fernando Espinoza definieron como una “deuda histórica millonaria”, asciende a los más de 100 mil millones de pesos en concepto de “tasas municipales adeudadas e impacto socio ambiental y de desarrollo humano”.
Segun señalaron desde la comuna a El Destape, «en los próximos días» se estaría haciendo esta presentación ante la justicia en la que el equipo jurídico del Municipio está ultimando detalles.
“Desde hace 28 años, desde que la Ciudad fue autónoma, sus gobiernos locales miraron para otro lado cuando se les reclamó esa deuda”, afirmaron desde el municipio y sentenciaron: “La ciudad más rica del país se niega a pagar las deudas que tiene con un municipio cuyo presupuesto es casi 40 veces menor y elude asumir el costo socio ambiental que provocó la apresurada e insensible mudanza obligada y llena de mentiras para sus vecinos pobres del sur”.
La Matanza reclamará por las relocaciones de las villas porteñas realizadas por los gobiernos dictatoriales en territorios que pertenecían a la Nación y cuya titularidad fue cedida a Ciudad de Buenos Aires, pero que se ubicaban en distritos de la provincia de Buenos Aires.
La acción judicial se va a encarar por la falta de resultados que ha tenido una instancia de diálogo que se intentó desde hace meses. “Hace más de un año hubo una reunión para iniciar las conversaciones entre el Gobierno nacional, representado por (el secretario de Asuntos Estratégicos) Gustavo Beliz, autoridades eclesiásticas, el Gobierno porteño y La Matanza”, por este tema, pero “no hubo avances” en los diálogos.
Al igual que ocurrió en otros municipios bonaerenses, La Matanza recibió habitantes de varios barrios populares desde la entonces Capital Federal, que todavía pertenecía a la órbita del Estado nacional, y fueron ubicados en terrenos fiscales nacionales que “nunca pagaron las tasas municipales”.
De esta manera, La Matanza reclamará a la Ciudad, gestionada por el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, “una deuda por 20 mil millones de pesos en tasas municipales no pagadas”.
Esto es “una larga historia de privilegios de la Ciudad, que incluye ignorar una deuda económica millonaria con La Matanza por una masiva deportación de pobres”, sostienen desde el municipio bonaerense más populoso.
Los asesores legales validaron el reclamo con el “concepto de continuidad jurídica” que tiene la Ciudad y, por eso, esa “deuda crece día a día” y además demuestra que “el centralismo está lleno de falta de solidaridad social y de privilegios”.
Cálculos de expertos ambientalistas y urbanistas, en concurso con sociólogos, psicólogos sociales y analistas del comportamiento del individuo regido por sus circunstancias, establecen en “al menos 100 mil millones de pesos el daño que el comportamiento del Estado porteño provocó, y sigue provocando, en territorio matancero”.
La entonces Capital Federal desplazó a los habitantes de sus asentamientos hacia precarias viviendas en conglomerados edificados en terrenos de su propiedad en La Matanza, denominados: ‘Núcleos Habitacionales Transitorios’.
“La transitoriedad hizo que no se edificaran viviendas dignas, que no haya una planificación urbanística, que no se midieran impactos ambientales, que no se los dotara de servicios básicos indispensables, que se colapsaran los accesos y que se desnaturalizara el entorno”, explican desde el sector que impulsa la acción judicial.
Asimismo, señalaron que “por ser transitorios, esos lugares se convirtieron en factores de contaminación en el amplio sentido del término y se violaron normas socio ambientales comprobadas en todo el mundo, provocando hacinamiento y su inevitable generación de conductas masivas anómicas, creando un clima similar al de los campamentos de refugiados”.
Entre los ejemplos de las villas porteñas relocalizadas en tierras matanceras y que crearon más de 10 barrios populares en casi 400 hectáreas cuya titularidad pasó a la ciudad de Buenos Aires, se encuentra el barrio ‘San Petesburgo’, que está cumpliendo ya cinco décadas desde su instalación “precaria” utilizando “terrenos de su propiedad que manejaba a través de la Comisión de la Vivienda”.
Fuente El Destape