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#8M: cinco mujeres argentinas que influyeron cultural, política y socialmente en el país

Por Yasmin Ali

Varias mujeres argentinas han logrado destacarse en el plano nacional y mundial a través de su trabajo y lucha, logrando abrir paso a generaciones futuras. Un repaso de cinco de ellas y cómo su legado continúa.

Este lunes 8 de marzo es el día de la mujer en honor a su lucha y participación dentro de la sociedad, en pie de su emancipación y desarrollo íntegro como persona. La misma fue institucionalizado por las Naciones Unidas en 1975 con el nombre oficial de Día Internacional de la Mujer.

El origen de esta fecha se remonta al 3 de mayo de 1908 cuando en el teatro Garrick de Chicago se organizó un acto denominado «Día de la Mujer», presidido por destacadas mujeres socialistas. En 1910, Clara Zetkin propuso que se proclame el día como el Día Internacional de la Mujer y fue respaldada en forma unánime por la conferencia a la que asistían más de cien mujeres procedentes de 17 países.

En el plano internacional muchos son los nombres de mujeres que han dejado una huella imborrable en la historia de la humanidad. Ya sea en el plano social, científico, literario o político. Pero, ¿qué pasa en nuestro país? En esta nota elegimos a 5 mujeres destacadas de la historia argentina que han cambiado o aportado a la construcción de nuestro ser y cómo aún su obra sigue vigente.

María Josefa Petrona de Todos los Santos Sánchez de Velazco y Trillo nació el 1 de noviembre de 1786, hija única de una familia acomodada de Buenos Aires. Gracias a su posición tuvo la oportunidad de recibir una buena educación que le sirvió para relacionarse con grandes figuras de la época, como por ejemplo la Generación del 37 de la que formaba parte -entre otros- Domingo Sarmiento y Bartolomé Mitre.

Mariquita pasó a la historia con aquella leyenda que afirma que en su casa se tocó el Himno Nacional por primera vez el 14 o 25 de mayo de 1813, lo cierto es que los historiadores aún no se ponen de acuerdo con la veracidad de dicha anécdota. De igual modo, la historia de su lucha personal vale la pena ser recordada ya que para la época no era común que una mujer tuviese la libertad para decidir sobre su futuro, algo que ella demostró poder hacer desde chica.

A los 14 años conocería al amor de su vida, Martín Thompson, el cuál sus padres rechazaban por no ser de la alta sociedad. Mariquita logró hacer oídos sordos y pudo casarse con su amor mediante un proceso jurídico que duró 13 días. Esto no fue todo, si bien ella mantenía una relación cordial con el Gobernador Juan Manuel de Rosas, nunca temió en ocultar sus diferencias políticas y continuó organizando tertulias en su casa con líderes opositores hasta que debió exiliarse en Uruguay.

Una vez de regreso siguió activa dentro de la vida social del país al participar de la sociedad de beneficencia hasta su muerte el 23 de octubre de 1868. Juan Bautista Alberdi la definió como “la personalidad más importante de la sociedad de Buenos Aires, sin la cual es imposible explicar el desarrollo de su cultura y buen gusto».

2- Julieta Lanteri:

Por muchos años la importancia de su militancia estuvo encajonada en la historia argentina y no fue recién en los últimos tiempos cuando su legado y lucha por los derechos de la mujer cobraron la relevancia que merece.

Julieta nació en Italia el 23 de marzo de 1873 y arribó al país 7 años después, perteneciente a una clase media acomodada logró ser la primera mujer en ingresar y recibirse en el bachiller del Colegio Nacional de la Plata que en ese entonces sólo era para varones. Años después conseguiría también entrar a la carrera de medicina y resultar ser la primera en recibirse de médica.

Entre sus logros se encuentra la de convocar en 1910 al primer congreso internacional femenino del mundo en donde invitó a personalidades como Cecilia Grierson y Elvira Rawson. Además, también se encargó de organizar el “Primer Congreso del Niño” a nivel mundial, la “Liga Pro derechos de la Mujer” y la “Liga por los Derechos del Niño”, además de participar en la “Liga contra la trata de blancas”.

Julieta pasó a la historia argentina por ser la primera mujer en Sudamérica en votar el 26 de noviembre. Sucede que en 1911 presentó un amparo ante la Justicia porque el padrón no mencionaba nada de que las mujeres no pudieran votar y el 16 de Julio fue la primera incorporada a un padrón electoral argentino. Cabe mencionar que el voto femenino recién se ejerció legalmente en 1948.

Fue la primera mujer candidata a diputada en Argentina, por el Partido Feminista Nacional, pero por las leyes de ese entonces no pudo acceder al cargo. En febrero de 1932, a los 59 años, fue atropellada por un auto que subió a la vereda marcha atrás en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha. Murió dos días después y las causas del accidente nunca fueron esclarecidas por lo que siempre se habló de que pudo tratarse de un crimen político.

3- Alfonsina Storni

Alfonsina nació el 29 de mayo de 1892 en Capriasca, Suiza, y fue mucho más que una poeta recordada en el colectivo imaginario por quitarse la vida en el mar. Lo cierto es que logró convertirse en una de las escritoras más importantes del país y de Sudamérica en tiempos donde era casi imposible que una mujer tenga ese rol. Halagada por muchos colegas, se impuso ante los cánones de la época.

legó a los cuatro años al país y a diferencia de Mariquita y Julieta, tuvo una infancia de pocos recursos lo que le impidió seguir con sus estudios. Los mismos los pudo retomar cuando se mudó de Santa Fe a Buenos Aires y fue así como consiguió recibirse de maestra mientras frecuentaba círculos literarios.

En una época donde socialmente era inaceptable, se convirtió en madre soltera. En poemas como “Tú me quieres blanca”, “Así”, o “La loba” dejaba ver su lado feminista y de lucha contra los sistemas establecidos.

Su vida se apagó el 25 de octubre de 1938 cuando víctima de un cáncer, decidió quitarse la vida en la ciudad de Mar del Plata. “Voy a dormir”, su último poema donde se despide de su hijo, pasaría a la posteridad:

«Si él llama nuevamente por teléfono

le dices que no insista, que he salido…»

4- Victoria Ocampo

Ramona Victoria Epifanía Rufina Ocampo nació el 7 de abril de 1890, perteneciente a una familia de clase alta recibió una educación privilegiada junto con sus hermanas. Desde chica mostró esa alma rebelde que le permitió destacarse en su rubro: de chica su madre no la dejaba leer por lo cuál debía esconderse para hacerlo.

En un primer momento intentó ser actriz pero se lo impidieron, por lo que optó por volcarse a las letras. En 1924 publicó su primera novela De Francesca a Beatrice, en 1931 fundó la revista y editorial Sur y 5 años después, en 1936, fundó la Unión Argentina de Mujeres. Sur se mantuvo activa por 30 años cuando cerró en 1971.

Victoria fue la única latinoamericana en una de las sesiones de los Juicios de Núremberg, fue presidenta del Fondo Nacional de las Artes desde 1958 a 1973 y recibió diversas distinciones como las condecoraciones de Officier de La Légion d’Honneur y de Commandeur des Arts et des Lettres otorgadas en 1962 por el gobierno francés. Dos años antes de su muerte, en 1977, se convirtió en la primera mujer elegida miembro de la Academia Argentina de Letras.

La literata murió el 27 de enero de 1979 a los 88 años. Jorge Luis Borges dijo sobre ella: «En un país y en una época en que las mujeres eran genéricas, tuvo el valor de ser un individuo. Dedicó su considerable fortuna a la educación de su país y de su continente. Personalmente le debo mucho, pero mucho más como argentino.»

5- María Luisa Bemberg

María Luisa nació el 14 de abril de 1922, de familia acomodada recibió una estricta educación y como detalle, nunca fue a la escuela sino que tenía institutrices. Su primer contacto con el arte llegó en 1949 cuando comenzó a trabajar de administrativa en el teatro Smart y tiempo después fundaría el Teatro del Globo con Catalina Wolf.

Ya entrados en los años 70 escribe sus primeros guiones como Crónica de una señora y Triángulo de cuatro, a la par comenzaría a tener contacto con agrupaciones feministas y crea la Unión Feminista Argentina (UFA) junto a Gabriela Christeller que serviría para difundir los textos de feministas como Simone de Beauvoir, Virginia Woolf y Kate Millet.

En 1981 estrena su primera película: Momentos, año después llegó Señor de Nadie y en 1984 la inolvidable Camila, aquella película que contó la historia de amor prohibida entre Camila O’Gorman y Ladislao Gutiérrez y que contó con las actuaciones de Susú Pecoraro e Imanol Arias. Camila fue nominada al Oscar como mejor película extranjera.

Su última película fue De eso no se Habla en 1994 ya que fallecería en 1995. El trabajo de María Luisa tanto como militante y directora le permitió a mujeres de generaciones futuras abrirse camino en el cine y en la rama del arte.

Estas cinco mujeres han dejado un legado que aún vive entre nosotros, transformándose en un ejemplo de perseverancia y la muestra de que si bien siempre ha sido más difícil para su género, sea el ámbito que sea, es posible rebelarse y romper paradigmas. Por ellas somos mejores.

Fuente Diario 26

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