La Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de Morón confirmó la prisión preventiva para uno de los detenidos por el crimen de un colectivero, asesinado en junio durante un asalto en el partido bonaerense de Merlo, tras rechazar el pedido de la defensa que había considerado que debía ser liberado porque no había pruebas en su contra para dejarlo preso, informaron hoy fuentes judiciales.
La medida a la que tuvo acceso Télam fue firmada por los jueces Adolfo Eduardo Naldini, Sandra Claudia Mingolo y Elisabet Miriam Fernández, que tenían que resolver si daban lugar al pedido del defensor Juan Carlos Gómez al apelar la prisión preventiva de Jonathan Acosta (27), uno de los dos detenidos por el crimen del chofer Federico Rivero (43), cometido el 16 de junio en la localidad de Libertad, partido de Merlo.
«Es una fundamentacion muy débil de la defensa de Acosta. Ahora sí estamos en condiciones de ir para adelante en pedir la perpetua para los dos detenidos con prisión preventiva por el crimen de Rivero», contó a Télam Hugo López Carribero, representante de la familia del colectivero.
El letrado añadió que ahora trabajarán con «la recolección de pruebas y pericias, para acercar a la fiscalía y apoyar el trabajo de investigación para tratar de que antes de fin de año se pueda pedir formalmente la elevación a juicio para los acusados».
«Ellos dejaron a una familia destruida y mataron sin la importancia de la vida humana. Mataron para no ser identificado por Rivero al momento del robo que los reconoció tras el hecho», sostuvo el abogado.
El juez de Garantías 5 de ese distrito, Jorge Rodríguez, había dictado la prisión preventiva de Acosta y de otro acusado, identificado como Sergio Ariel Armoa (37), éste último con antecedentes penales y quien estuvo preso 9 años y 6 meses por un robo a mano armada.
Ambos detenidos están acusados de «robo agravado por el empleo de arma de fuego, portación ilegal de arma de guerra y homicidio agravado criminis causa cometido mediante el empleo de arma de fuego, todos ellos en concurso real entre sí».
Andrea Caballero, esposa de la víctima, dijo a Télam tras conocer la medida judicial que pide que se haga «justicia» por su marido.
«Le arrancaron la vida sin piedad. Nos dejaron totalmente destruidos a toda una familia. No voy a parar hasta que lo condenen a perpetua a los asesinos», concluyó.
Rivero, quien trabajaba en la línea 312 de la empresa de colectivos «La Perlita», fue asesinado el 16 de junio, cerca de las 19.30, cuando esperaba a bordo de su Ranault Sandero que su mujer saliera de hacer unas compras y fue abordado por delincuentes en Sucre, entre Esquiú y Finochietto, del barrio «La Blanquita».
El chofer fue baleado con fines de robo y murió poco después en el hospital Eva Perón, debido a que un proyectil que lo impactó le ingresó por la axila y le afectó el corazón.