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Piden la prisión preventiva para los detenidos por el crimen de un chofer de colectivo de Merlo

Un fiscal de Morón pidió la prisión preventiva para dos jóvenes detenidos acusados del crimen de un colectivero de 45 años que fue asesinado de un balazo cuando lo asaltaron a bordo de su camioneta mientras esperaba a que su esposa realizara una compra en un comercio del partido bonaerense de Merlo, informaron hoy fuentes judiciales.

Voceros judiciales informaron a Télam que la medida fue solicitada para los detenidos Jonathan Acosta (18) y Sergio Ariel Armoa (37), éste último con antecedentes penales y quien estuvo preso 9 años y 6 meses por el delito de robo con arma de fuego.

Los fiscales Fernando Capello y Walter Leguizamón, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicios (UFIJ) 2 de Morón, acusaron a los jóvenes por «robo agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de fuego de guerra y homicidio criminis causae, todos en concurso real entre sí», que prevé una pena de prisión perpetua.

En su pedido, el fiscal Leguizamón solicitó que Acosta y Armoa sigan detenidos por el crimen de Federico Rivero mientras dure la etapa de instrucción y la recolección de pruebas y testimonios por temor a algún tipo de fuga o entorpecimiento de la investigación.

«Los dos detenidos son los claros responsables del crimen sin necesidad de Federico Rivero para robarle 500 pesos. Arruinaron a toda una familia y vamos a lograr que no salgan mas de la cárcel», dijo a Télam el abogado Hugo López Carribero, representante de la familia del colectivero.

Hugo López Carribero. El Penalista del Conurbano

El letrado agregó que el hecho «fue una tragedia» y que los imputados serán llevados a juicio, en el cual buscarán la «prisión perpetua».

«Necesitamos un fallo que sea un ejemplo para la sociedad. Vamos a ir con todas las pruebas recolectadas el juicio y junto a la la familia de Rivero trataremos que los asesinos no salgan nunca mas de la cárcel», señaló López Carribero y agregó que «la esposa fue testigo presencial del hecho, vio forcejar a los individuos con su marido, vio y escuchó el disparo.

Según la mujer, el delincuente que lo mató vestía un campera tipo jeans de color azul, barbijo y gorra con visera oscura, tenía ojos color oscuro, y rostro con manchas muy oscuras.

También declaró una testigo, quien dijo ser vecina del lugar del hecho, que contó que al escuchar el disparo salió de su casa y vio a los ladrones con intención de llevarse la camioneta, por lo que les gritó: «¿Qué pasa?, si ya le pegaste un tiro, ahora dejá que lo lleven al hospital».

En tanto, las huellas dactilares halladas en la camioneta «dieron como resultado ser del imputado Sergio Ariel Armoa», finalizó López Carribero.

Por su parte, Andrea Caballero, viuda del colectivero y vecina de uno de los detenidos aseguró a Télam que los asesinos «destruyeron» a su familia.

«Le sacaron la vida a un maravilloso ser humano. Ellos no tuvieron piedad y voy a seguir hasta las ultimas consecuencias para que la muerte de Federico no quede impune», expresó.

El crimen de Rivero, quien trabajaba en la línea 312 de la empresa de colectivos «La Perlita», ocurrió el martes 16 de junio, cerca de las 19.30, cuando el chofer fue con su mujer a hacer compras.

Según contó la viuda, ambos fueron en su camioneta Renault Sandero, y se detuvieron en un comercio situado en Sucre, entre Esquiú y Finocchietto, del barrio «La Blanquita», donde ella bajó a comprar una gaseosa y su marido se quedó a bordo del rodado en marcha.

«En eso veo a dos (personas) en la ventanilla del lado de mi esposo, digo ‘lo estarán saludando’ y oigo que él cambia el tono de voz y dice ‘a vos qué te voy a dar’, ahí siento el tiro y el grito de él», relató la mujer.

En ese momento, cuando lo vio, su marido estaba caído para el costado con medio cuerpo colgando del rodado porque los delincuentes «lo querían sacar a toda costa y llevarse la camioneta».

Pero cuando Caballero salió y se acercó a la camioneta, logró apoderarse de las llaves, motivo por el cual los ladrones escaparon a pie con los teléfonos celulares de la pareja y algo de dinero que había en una riñonera de su marido,

Tras ello, la mujer lo llevó hasta el hospital Eva Perón, aunque Rivero sufrió tres paros cardíacos y murió debido a que el proyectil que lo impactó le ingresó por la axila y le afectó el corazón.

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