La Legisladora se diferenció del resto de su bloque, y cargó contra el Gobierno por haber lanzado este debate “con una total liviandad”, con el fin de “distraer”. Además, sostuvo que “el peronismo nunca fue abortista”.

 

La senadora nacional Silvina García Larraburu confirmó este domingo que votará de manera negativa el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, contrariando lo que se había anunciado que sería el voto unánime del bloque de Cristina Fernández de Kirchner, a favor de la iniciativa proveniente de Diputados.

Por el contrario, la legisladora rionegrina explicó que “estos meses han sido de mucho debate y también de mucha introspección, respecto de lo que uno siente y piensa”, y destacó que ella debe representar “a las personas que nos han dado la posibilidad de estar allí en la Cámara”.

Comentó en ese sentido que “de entrada este proyecto nace viciado de contenido, porque el presidente Mauricio Macri, creo que aconsejado por el duranbarbismo, con una total liviandad instala este tema sin ninguna voluntad real de debatir el fondo de la cuestión, o de promover el interés de ayudar a las mujeres”.

“Porque sino también tenía muchas posibilidades de cambiar la historia en este sentido y de hacer cosas para trabajar en políticas profundas públicas de apoyo al género”, precisó.

Entrevistada en el programa Aire de Noticias, que se emite por radio Mitre, la senadora García Larraburu sostuvo que este debate impulsado a su juicio desde el Gobierno “tiene que ver con la voluntad muy liviana de distraer la atención de los temas de fondo; porque de lo contrario lo hubiese llevado en su plataforma política. Estas no fueron las consignas que se escucharon durante su campaña”.

García Larraburu señaló que “a partir de eso este debate que se desnaturalizó, se banalizó el tema”. Consideró que “el proyecto es malo, y esto no solo lo digo yo, sino que la mayoría de los actores involucrados, de uno y otro sector, coinciden en que el proyecto es malo. No va a resolver la problemática de fondo, tiene que ver con intereses económicos foráneos, que están impulsando y que han puesto muchos recursos para que se de este debate”.

Un debate que consideró que “tampoco tienen que ver con nuestra idiosincrasia, con nuestro ordenamiento jurídico, y tampoco viene a ayudar o a trabajar en pos de la gente humilde, que no aborta. Esto hay que decirlo. No tiene mucho, lamentablemente, tiene pocas posibilidades, pero también el valor más grande que se ve en las familias humildes y en las mujeres, fundamentalmente de los sectores más carenciados, son sus hijos”.

La senadora del Frente para la Victoria contó que en estas semanas en las que “uno se devana los sesos y siente estas corrientes internas tan fuertes”, trató de nutrirse de “lo esencial”, que a su juicio es “la gente que menos tiene y que tiene menos vicios en cuanto a lo ideológico”. En ese sentido contó haber caminado mucho los barrios y percibido que “este no es un debate que se de en los sectores de menos recursos”.

Así las cosas, y consultada puntualmente por el periodista Gonzalo Aziz, García Larraburu aclaró que “como está hoy la situación es que yo voy a votar en contra; estas semanas también se inclinó la balanza a partir de lo que fui escuchando, cómo se dio el debate, que también tiene que ver con mis convicciones más íntimas”.

Dijo querer ser “leal a mis convicciones, a mi educación y a lo que percibo. Camino la provincia, los barrios y me nutro de lo que escucho y veo”. En ese sentido dijo que hizo consultas a través de la red social, y que se mantuvo alejada de la comunicación porque “el periodismo a veces también es muy insistente” y ella quiso ser “cautelosa”, para ver si estaba equivocada en lo que sentía. “Pero la realidad es que hoy la balanza va para ese lado en cuanto a mi voto”, señaló.

Luego insistió en que “este debate ha deteriorado más el tejido social”, y volvió a emprenderla contra el Gobierno nacional al sostener que el mismo “tiene que ver con la voluntad del presidente Mauricio Macri, aconsejado para mí por el duranbarbismo, de montar una cortina de humo para distraer los temas que se deben estar debatiendo”.

Para ella, “no era el momento para mí para debatir este proyecto”, y consideró que “esto vino a dividir más a los argentinos, amplió la grieta, violentó más a la sociedad, que era lo que durante la campaña dijeron que iban a evitar”.

La senadora kirchnerista sostuvo que este fue un “debate violento, sin escuchar al otro; no es lo que necesita hoy la Argentina con la profunda crisis social que está viviendo”. Y al recordársele que el bloque kirchnerista se había pronunciado inicialmente a favor del proyecto, a través de una comunicación, señaló que la foto en la que eso se anunció “es previa”, o sea que no correspondía al día del anuncio de esa gacetilla. Admitió que tendría que mantener una charla con el presidente de su bloque, aunque aclaró que los integrantes del mismo “conocían mi incomodidad y saben, porque lo manifesté de entrada, di a conocer cual era mi posición sobre la instalación por parte del Gobierno nacional del tema”. E insistió en que se trata “del capricho de un ‘nene bien’ poco acostumbrado a la frustración, en su pelea con la Iglesia, con el Vaticano”.

Volvió a llevar entonces el tema al Gobierno nacional, al sostener que “esto está viciado de todos lados. No ha habido voluntad real de discutir el tema de parte del Gobierno nacional con la altura que el tema merece”.

Por el contrario, sostuvo que “cuando el presidente Néstor Kirchner puso en debate el tema del matrimonio igualitario, envió un proyecto y lo firmó él”. (N de la R: Néstor Kirchner era diputado nacional, la presidenta era entonces Cristina Kirchner).

“Esto se instaló como una cortina de humo para no discutir los problemas que tenemos, en un momento en que no era el oportuno -insistió-. Y estos son los resultados: más grieta, más pelea, familias totalmente desunidas a partir de este debate, banalidad… Es como una moda en la que tiene que escuchar uno a intelectuales que hasta se jactan de todos los abortos que han tenido… Me parece que hay una liviandad en el debate que hace que tengamos que tener una lectura más profunda”.

En otro pasaje, Silvina García Larraburu agregó que “el peronismo nunca fue abortista; la doctrina peronista, el peronismo nunca tuvo una postura pro aborto, no puede ser una moda el aborto”.

“También hay que atender la problemática real de las mujeres”, dijo, y pidió un debate “que no sea pour la gallerie, y no porque está de moda ponerse el pañuelo verde”.

Respecto de la postura de Cristina Fernández, la senadora rionegrna dijo que “no quiero hablar de otros colegas, otros compañeros, porque la verdad que en mayor o menor medida todos deben estar sintiendo lo que uno siente; no son temas fáciles, son complejos, y más dados en este contexto. Ella durante todo su tiempo de gestión, con mucha inteligencia y conocimiento de lo que significaba este tema, no habilitó el debate. Es una persona que tiene quizá la altura intelectual para haber entendido que esto iba a provocar esta crisis social que estamos viviendo”.

Respecto de las presiones que vienen soportando algunos senadores por el sentido de su voto, aclaró que no quería victimizarse, y adelantó que soportará “lo que tenga que soportar en la convicción de que estoy haciendo lo que tengo que hacer”. Con todo, pidió “más respeto, vamos a poder salir de la situación social en la que estamos, en la medida que aprendamos a respetar al otro, a abrazar el pañuelo celeste y el verde… Tenemos que salirnos de esta encrucijada violenta en la que nos han metido”.

 

Fuente Parlamentario.com

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