Mensaje de nuestro Obispo de San Justo

Es un día histórico… que nos duele.
Sin lugar a dudas a muchos argentinos este día nos duele.
Y nos duele no sólo a los que formamos parte de la Iglesia de Jesús, sino a todos los hombres de buena voluntad que luchan por la vida.
Porque esta no es una batalla de “la Iglesia”, como muchos han querido presentar para manifestar su poder.
En la larga lista de los apasionados por la vida hay hombres y mujeres, hay científicos, estudiosos, médicos, madres de familia, comerciantes, taxistas, frustrados premios Nobel que no comparten nuestra fe.
Es una nueva batalla que aparentemente pierde la humanidad y, en especial, hoy nuestra Patria, dejando avanzar la muerte.
Busquemos por donde busquemos, el aborto es muerte, se condena a la pena de muerte a quien no puede defenderse.
Y si nos da tristeza y dolor esta votación favorable a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo nos dan dolor y tristeza los efectos que ha producido y los mecanismos a través de los que se llega a ella.

“Hoy es un día histórico para nuestra Patria” alguien ha dicho con estúpido orgullo en un flyer televisivo; ciertamente es histórico porque ha producido una nueva grieta, ha dividido y enfrentado a los argentinos en la opinión pública, en la calle, en la escuelas, en las familias.
Una grieta que, con el corazón en la mano, no nos estaba haciendo falta.
Habría que preguntarse a quién beneficia que sigamos cada vez más divididos, ¿no?
Es un día histórico porque muchos se han sacado las caretas y han quedado al descubierto, cambiando de opinión como de zapatos por beneficios cortoplacistas, por votos futuros…
Se disfrazan de solidarios ante situaciones de injusticia conmoviéndose por los embarazos no deseados, mientras no se les mueve un pelo por la vida nacida, abandonada y estropeada por el paco; es claro muchos se financian con esas muertes “tampoco deseadas”.
Otros han tenido la desvergüenza, para no hacerse cargo de sus opciones, que llevaban la voz de la iglesia y de lo industriales de sus distritos. ¡Qué patéticos!

Es un día histórico porque la ignorancia se ha sobrepuesto al sentido común, cuando se asegura que hay vida desde la concepción, se debate si esa vida es persona y los encargados de determinarla muchas veces no pueden hilar dos ideas juntas. ¡Hola! ¡Ciencia! ¡Teléfono!
Es un día histórico porque no superamos la manipulación, y la instrumentalización de quienes conducen nuestros destinos finalizando el “supuesto debate que nos debíamos los argentinos” la noche anterior al mundial de fútbol.
Esto me hace acordar a otros mundiales que fueron una cortina de humo mientras la muerte tocaba la puerta de muchos argentinos que no pudimos recuperar con vida.
Y ahora el dólar sigue subiendo… Parece que no aprendemos más y seguimos siendo carne de cañón de otros intereses que apelan con perversa bajeza a temas sensibles en los jóvenes con el fin de confundir verdades con mentiras para lograr otros fines inconfesables.
¿Y no nos debemos un debate sobre la salud pública, sobre los jubilados, sobre la pobreza, sobre el avance del narcotráfico, sobre la desnutrición, sobre la corrupción de los funcionarios pasados, presentes y futuros, sobre el cumplimiento de las propuestas para las cuales les fue conferido el poder a los que ejercen la función pública para que no saquen de la galera temas que nunca le contaron a sus votantes y que nos hacen más doloroso el presente de una Argentina que una vez más parece derrumbarse?
Es un día histórico para todos aquellos que creemos que “toda vida vale” y que por lo tanto acompañar esta propuesta de ley significa aceptar sin más la muerte.
Es un día histórico porque nos damos cuenta de que hay mucho camino para andar en humanización de las conciencias y criterios; “toda vida vale” pero no todo criterio vale y lo que se ha escuchado es lo más parecido al tango Cambalache… da lo mismo todo y la opinión de cualquiera.
No soy discriminador pero para opinar de algunas cosas no alcanza con ser famoso, o bueno, o lindo, o popular: hay que saber…
No opera un cáncer un arquitecto ni levanta una pared un cirujano, ¿verdad?
La grieta nos hace mal, y es un día histórico porque nos obligaron a abrir una más y si los hermanos se pelean los devoran los de afuera dice el Martín Fierro…
Guarda que nos están devorando y vamos alegremente a ser masticados pensando que estamos a la vanguardia en nuestras opciones.
La pregunta es… ¿cuál es el próximo paso que nos van a hacer dar para que nos desintegren como como sociedad, como país?
Ya hicimos todos los deberes que en su momento el plan Rockefeller se propuso: dejarnos sin raíz, sin familia, sin fe, ahora sin moral que valore la vida y la cuide de punta a punta.

Es un día histórico porque redobla nuestra apuesta a seguir trabajando y cuidando la vida en todas sus formas y a seguir diciendo, aunque a muchos no les guste, que el aborto es un crimen, que el aborto es muerte.
Y nosotros creemos en la vida porque viene de las manos de Dios.
Mons. Eduardo García
Obispo de San Justo
14 de Julio de 2018