A 34 años de la vuelta de la democracia

Las elecciones celebradas en octubre de 1983 en Argentina pusieron punto y final al Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), una de las dictaduras más sangrientas de la historia del país. La victoria de Raúl Alfosín dio inicio al proceso de transición democrático en Argentina.
Se consideró para la Unión Cívica Radical como el más grande triunfo obtenido desde 1928, donde Hipólito Yrigoyen fue elegido nuevamente como presidente de la República. Raúl Alfonsín ganó obteniendo el mayor porcentaje de sufragios frente a Ítalo Luder y a Oscar Eduardo Alende.
 Los comandantes de las Fuerzas Armadas Jorge Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti organizaron un golpe de estado para derrocar a Isabel Perón (1974-1976). Tras esto, se instauró una dictadura cívico-militar conocida como ‘Proceso de Reorganización Nacional’.
Mediante dicho proceso, se formó una Junta Militar, encabezada por los jefes militares que habían liderado la revuelta, para dirigir el país en este período, la violación de los Derechos Humanos fue constante y se cometieron diversos crímenes de lesa humanidad. Se estima que entre 15.000 y 30.000 personas desaparecieron durante el Proceso de Reorganización Nacional.
“Con la democracia se come, se cura y se educa” y el recitado del preámbulo de la Constitución Nacional como eslóganes y el escudo albiceleste con sus iniciales (coincidentes con las de la República Argentina), Raúl Alfonsín asumió el 10 de diciembre de 1983 poniendo fin de modo formal al llamado “Proceso de Reorganización Nacional”. Entre otros hechos significativos -se destaca en la Historia de los argentinos-, que “el 30 de octubre el peronismo perdió en elecciones libres y abiertas por vez primera desde su creación, hegemonía, proscripción, diáspora y retorno”.
Por Tomás Ortiz