Ayer martes, en la avenida Palacios y Cotagaita, toda una cuadrilla quedó bajo tierra, cedió la calzada donde estaban realizando tareas de repavimentación de la calle.
Los seis obreros, fueron trasladados a una clínica zonal, ya que presentaban principios de asfixia y politraumatismos varios.
“Dos de los obreros lo pasaron realmente mal. Creo que, si pasaban unos minutos más, se morían por el faltante de aire”, dijo Flora vecina de Ramos Mejía.
“Autoridades municipales se acercaron al lugar, pero no quisieron hablar con la gente, ni con la prensa”, resaltó Flora.
“Esto es una catástrofe anunciada. Lamentablemente, siempre el más débil paga por las negligencias, de ciertos profesionales y obras en mal estado. Nadie controla nada”, admitió.
“Los vecinos veníamos anunciando el derrumbe. Lástima los operarios heridos, si el municipio nos hubiese escuchado, esto no pasaba”, finalizò Flora.