Buscaban combatir el frío.

Uno patrullaba Don Bosco y otro, Ciudad Evita. Ambos inhalaron gases de los patrulleros. El fiscal calificó el hecho como homicidio culposo y responsabilizaría a quienes debían controlar el estado de los móviles.

 

Por: Jorgelina Vidal.

El frío de las noches se sintió fuerte  el fin de semana pasado. Néstor Montiel, de 25 años y Juan Antonio Argarañaz, de 41, ambos agentes de la patrulla Comunal de La Matanza, estaban custodiando dos zonas del Distrito que nada tenían que ver entre sí. Sin embargo, al momento de tratar de paliar un poco las bajas temperaturas apelaron a la misma solución, sin pensar que eso podría llevarlos a la muerte. Los dos hombres pusieron los móviles en marcha (Fiat Siena), cerraron las ventanillas y encendieron la calefacción, sin darse cuenta de que los gases del caño de escape estaban entrando al habitáculo. Lo que siguió: muerte por inhalación de monóxido de carbono. El fiscal de la causa le apunta a la Municipalidad, al ser la responsable de verificar el buen estado de los vehículos.

 

El primer caso se registró en Ramos Mejía, en el barrio de Don Bosco, donde el efectivo Néstor Montiel custodiaba el corte de la calle Palacios, que desde hace un par de meses está cerrada al tránsito tras su desmonoramiento. El segundo, fue en Ruta 21, a la altura de la Rotonda de Querandíes, Ciudad Evita, donde Juan Agustín Algarañaz, de 41 años y padre de David, de cinco, custodiaba la toma de unos terrenos.

“Las pericias médicas confirmaron que Néstor Montiel y Agustín Argañaraz murieron por inhalación de monóxido de carbono”, detallaron al Zonal fuentes Judiciales. Ante esto, la pregunta inevitable: ¿cómo entraron los gases al habitáculo? La respuesta fue contundente: “Los móviles estaban en mal estado”, dijeron. Según las pericias preliminares, “en uno de los casos el ingreso de los gases se dio a través del baúl. En el otro, ingresó por la parte de abajo, que estaba muy rota. También determinaron que las emisiones de gases superaban ampliamente las permitidas y alcanzaban los 600 MPH”, señalaron fuentes de la investigación.

“Es un momento de mucho dolor. Estuve en contacto con las familias y no hay palabras de consuelo. Vamos a ser respetuosos y esperar las pericias judiciales”, señaló Carlos Orsingher, secretario de Protección Ciudadana de La Matanza, al ser consultado por el estado de los autos que provocaron la tragedia.

Por el momento, la causa judicial está en manos del fiscal de Homicidios Jorge Yametti, que estaba de turno ese día.

Sin embargo, de acuerdo a los resultados que fueron arrojando las pericias no se trataría en este caso de un “homicidio doloso”, sino que se trataría de un “homicidio culposo” por parte de “quienes eran los responsables de verificar que los automóviles se encontararan en buen estado”, explicaron fuentes judiciales. Al ser una fuerza Comunal, la responsabilidad recaería en el propio Municipio.

En tanto esto sucede, las autoridades comunales decidieron algunos cambios a la hora de mantenerse en contacto con los móviles y hacer un mayor seguimiento del personal. “Los efectivos tendrán que reportarse con la base a cada hora. Si no, la base deberá llamarlos para que se reporten.  Si la patrulla no responde, un supervisor irá al lugar”, explicó Orsingher.

Fuente: Clarìn.